Antes de cumplir los 30, el escritor vitoriano Álvaro Arbina ya ha conseguido todo un imponente hat trick de grandes novelas entre la ficción histórica y el género de misterio. Una bibliografía que ya quisiera cualquier otro autor consolidado del panorama literario nacional. Y lo que le queda…
Porque además de su precocidad, Arbina ha hecho gala de ese oficio ganado a marchas forzadas desde la virtud de quien descubre tan pronto la querencia por la literatura como cauce de creatividad.
Si añadimos al ingenio la oportunidad, el asunto cobra ese tinte que apunta a bestseller desde el acierto de una temática que, vistos otros explosivos referentes actuales como el de la novela 1793, demuestra que los lectores de medio mundo están encantados con nuevas ficciones históricas con un componente negro o de suspense.
No contento con sus dos primeras novelas de esta índole combinada, Álvaro Arbina también se adentra en el thriller más puro, en busca del giro, de la tensión, de la lectura frenética…
Top 3 novelas recomendadas de Álvaro Arbina
La sinfonía del tiempo
Entremezclar enigmas de la Historia con los avatares no menos misteriosos de unos personajes compone un conjunto triunfador en una novela histórica. Tan solo hace falta que lo substancial, el relato y el estilo, acompañen con gracia.
Y como ya demostró Álvaro Arbina en su anterior obra La mujer del reloj, el estilo y la tensión narrativa vienen de serie. En el caso de La sinfonía del tiempo una nueva gran novela nos espera. Porque el autor distribuye la trama como un mago lo hace con los naipes. Desde los escenarios complementarios hasta el gran nudo de la propuesta narrativa, todo se desliza con la tensión y la naturalidad de unos personajes que desempeñan su rol con esa necesaria autenticidad hacia la empatía lectora.
Desde la pujante sociedad vasca hacia el conjunto de una Europa decimonónica que transita desde épocas de oscurantismo hacia la modernidad y sus desequilibrios sociales.El mecanismo esencial del progreso, los conflictos latentes, los pequeños detalles que se escapan a la historia oficial. De todo ello se alimenta el autor para convertir un periodo histórico en una aventura hacia el descubrimiento de verdades subyacentes, o también en un thriller donde se padece junto a los personajes y se disfruta de una lectura que cautiva, acompañada por una ambientación deliciosa.
La trama está trufada de pequeñas circunstancias y trascendentales escenarios en lo meramente histórico, y que avanzan entrelazándose, con ese arte narrativo que posibilita el cruce de escenas mágicas y que acaba funcionando como un todo, como el engranaje perfecto que trasforma una novela en un bestseller.
Misteriosas desapariciones y pugnas económicas sociopolíticas, avances científicos que apuntan a grandes descubrimientos capaces de cambiarlo todo, descubrimientos que maravillan al lector y momentos en los que detener la lectura resulta enteramente imposible.
La sensación de que la Historia ha avanzado en muchas ocasiones a golpe de secretos e intereses ocultos siempre nos aborda con visos de completa certidumbre. Esta novela nos invita a multitud de elucubraciones sobre ese tiempo en el que la humanidad se asomaba a su futuro más esperanzador y a la vez más negro, el siglo XX.
Los solitarios
Los cambios de registro siempre tienen su aquel. Puedes encontrar lectores encantados con aventurarse en lo nuevo de un autor al que ya sigue o quienes enjuician lo nuevo de antemano si no se ciñe a patrones ya conocidos. La verdad es que el estilo, el manejo de la tensión narrativa, la agilidad con las pinceladas precisas de detallismo es inconfundible virtud ya en la obra de Arbina.
Tan solo se trata de explorar nuevos escenarios. Y una novela puramente de suspense siempre apetece para descubrir el desempeño de un joven y sorprendente autor. La cuestión es que la novela arranca sin paños calientes, el crimen se nos presenta en su más macabra expresión en una especie de cabaña en el bosque hecha improvisado y extraño matadero para 10 víctimas. Y no es que los 10 finados no tengan nada en común. Lo cierto es que no tienen absolutamente nada que ver.
Quien sea que se ha empeñado en tan siniestra representación del mal ha lanzado un mensaje desconcertante: Nadie podrá imaginar el origen de su animadversión criminal ni por asomo. Porque cada muerto es de un rincón del mundo. Y porque nadie puede imaginar qué carajo hacen en ese extraño lugar en medio de un bosque perdido. El investigador policial Emeli Urquiza anda tan impresionado como desconcertado. Lo mismo que su compañero para el caso, un Francis Thurmond que gustosamente se presta a ayudar sin pertenecer al cuerpo.
Como si de una revisión gore de las novelas criminales de encierro estilo Agatha Christie, nuestro ingenio deberá moverse en espera de ese giro, sin posibilidad de que ninguno de los 10 encerrados en la cabaña pueda decir nada. Porque están muertos, lógicamente, y todo lo que pueden decir tan solo puede adivinarse o intuirse desde alguna señal perdida entre la sangre y la nieve del invierno más crudo jamás imaginado.
La mujer del reloj
La llegada de Álvaro Arbina al mundillo de la literatura por la puerta grande, con una novela histórica preparada al fuego lento del escritor latente.
Porque paradójicamente para lo que suele ocurrir con las operas primas, Arbina, como buen arquitecto se supo armar de paciencia para el mejor fin de la obra. Dotándola de ambientación y ritmo en un equilibrio portentoso. Una trama abordada desde los frentes de la Guerra de la Independencia española frente al imperio francés pero también desde la retaguardia para servir un ramificación paralela. Gracias a esta subtrama, el relato se carga de suspense entre tretas políticas que amenazaban al Napoleón empeñado en hacer de Europa todo un espacio sometido a sus designios.
Partiendo desde Vitoria en busca de una sed venganza ciega, acompañamos a Julián con su maravillosa intrahistoria insertada en los fieles hechos con orfebrería narrativa. Y llegamos hasta el principio del fin del conflicto, con los soldados franceses apresados en la isla de Cabrera como rehenes durante toda la guerra. Un repaso a los días más duros una vez manifestada la voluntad de conquista del emperador Napoleón. Una aventura bélica que acaba por componer una de esas novelas empastadas a la perfección entre Historia y suspense.
