Los 3 mejores libros de Jerónimo Tristante

El devenir literario de Jerónimo Tristante nos ofrece una rica composición bibliográfica desde la ambientación histórica hasta el género negro. Un genero este último de lo criminal en el que empieza a despuntar gracias a sus habilidades para despertar la máxima tensión ya demostradas en la saga de misterio del decimonónico inspector Víctor Ros, completada con un punto fantástico que, en su justa medida no hace sino ensalzar esa época del siglo XIX sumida en los enigmas de las fotos en sepia.

Y es que el ingenio del escritor entregado a la causa de plantear misterios en los que el protagonista tiene que recurrir a la deducción, es una buena base para el cambio de registro al suspense más inquietante. Así es como Tristante se acerca a los Javier Sierra o Juan Gómez Jurado, los dos más grandes autores patrios en eso de cultivar misterios y cosechar thrillers.

Pero, incursiones o variaciones de género aparte, es de recibo reconocer el buen hacer de este autor en un campo de la ficción histórica que va mucho más allá de ese Sherlock Holmes a la española que es Víctor Ros.

Porque en muchas otras novelas lo histórico pasa de ser simple ambientación argumental, brillante y detallista, para componer un cuerpo narrativo esencial. Y ahí también se aprecia ese virtuossmo del cronista novelista documentado sobre tiempos pretéritos, para finalmente insertar una trama que transcurre paralela a hechos fieles de cualquier siglo.

Sea como fuere, sin duda Jerónimo Tristante es siempre un autor con el que disfrutar de aventuras, misterios, enigmas o de propuestas más oscuras.

Top 3 novelas recomendadas de Jerónimo Tristante

Secretos

Las grandes historias de suspense o de misterio desenmascaran paulatinamente una realidad presentada de inicio como algo muy diferente a lo que finalmente es.

Se trata de ir rascando sobre el oropel para ir alcanzando nuevas capas donde sedimentan planteamientos más oscuros. Jerónimo Tristante se entrega a la causa del desnudado de personajes y circunstancias en un entorno social hecho mascarada cotidiana.

Ni todos son tan felices en el barrio elitista que se nos presenta (cualquier parecido con Altorreal, en Murcia es mera coincidencia), ni el amor es tan cierto como se quiere aparentar.Las sutiles diferencias marcan la frontera entre la verdad última y la verdad necesaria.

En otras palabras, las apariencias como modo de vida en un entorno social en el que eres tanto como tienes.Personajes forzados a mostrar ostentosidad desde lo material hasta lo más profundamente emocional. Solo que, ya se sabe que no se puede esconder un gran secreto para siempre, de la misma forma que no se puede dejar de pensar en un elefante rosa una vez que se nos plantea que pensemos en un elefante rosa.

Lo de Jerónimo Tristante y las historias sobre entornos cerrados es ya una tónica fijada en su novela anterior “Nunca es tarde“. Y pese a que los escenarios de una y otra novela son bien distintos pues pasamos del pirineo a una zona residencial de clase alta, encontramos ciertas similitudes en cuanto a unos personajes.

La verdad nos hace libres, por cruda que sea. Y al menos, en la literatura, esta premisa se cumple porque como lectores omniscientes que pueden pasar de uno a otro lado del espejo del escenario, al ritmo propuesto por el narrador, eso sí.

Así, ir descubrimendo ambos lados sirve para anticipar la catástrofe, para conocer los motivos últimos soterrados conducidos desde la envidia, el orgullo, la ambición sin límites. En el selecto barrio de esta historia encontramos a víctimas potenciales del engaño en todo ámbito, desde las relaciones personales hasta saltos a la política.

Gelen, la nueva vecina es el motor que lo inicia todo. Está dispuesta a conocer los trapos sucios de tantos y tantos vecinos de Altorreal. Al final, la historia se sumerge en un extraño terreno del suspense. No hay un caso concreto sino la causa general de los secretos. Gelen va conociendo más y más detalles de unos personajes que, gracias a su pericia para ponerlos contra las cuerdas, acaban confesando desde sus tejemanejes y sus corruptelas hasta sus filias más extrañas.

Y así, disfrutamos de una particular trama de suspense saturada de extrañas expectativas en torno a ese acopio de intimidades oscuras. Tememos por Gelen y disfrutamos con cada uno de sus nuevos descubrimientos en un modus operandi desconcertante.

Paralelamente, el desvelado de esa suma de mentiras, medias verdades secretos de carga moral o penal nos invita a profundizar sobre aspectos complementarios no tan habitualmente abordados en un thriller.

Porque cada secreto conlleva un ruptura, un rascado de ese oropel que citaba inicialmente hacia el descubrimiento de un mundo desconchado, de un barrio en el que las casa brillan mientras que los hogares se sostienen a duras penas sobre sus pilares hundidos en tierras movedizas.

Secretos, de Jerónimo Tristante

Nunca es tarde

Las novelas negras ambientadas en bucólicos escenario de montaña parecen haber arraigado como subgénero propio. La aparición de Dolores Redondo con su trilogía del Baztán propició un despegue de este tipo de novelas.

En mi caso, siendo aragonés, la nueva propuesta de Jerónimo Tristante, centrada en el pirineo aragonés, como que me toca más ya de partida. Pero claro, con los antecedentes expuestos, siempre puedes caer en la tentación de asociar y comparar…

Pero la magia muchas veces reside en revisitar escenarios para acabar transformándolos bajo el estilo de cada autor. Y eso es lo que ocurre con este libro Nunca es tarde, premio Ateneo de Sevilla 2017.

El título, a sabiendas de que nos encontramos con una novela negra, parece anticipar un caso pendiente que aún puede ser resuelto, o una decisión drástica que acaba transformando la realidad hacia lo siniestro… Todo empieza con una chica que aparece asesinada con un disfraz de cadáver, como macabro sarcasmo.

La investigación oficial se despliega por todo el entorno, pero de manera paralela, Isabel Amat, más conocedora de la realidad del pueblo y de los alrededores, empieza a enlazar el caso con un oscuro pasado que todavia pervive como un lejano eco en la conciencia de los lugareños.

En 1973 aquel mismo lugar pacífico entre montañas sufrío una brutal sacudida de siniestra realidad. Cuarenta años después, los investigadores son incapaces de hilvanar ambos sucesos, ellos no son poseedores del imaginario popular, de los mitos y medias verdades sobre ese suceso soterrado malamente con el paso del tiempo.

Las montañas del pirineo con su majestuosa apariencia, los bosques aledaños donde rebosa visa, todo ello tiene una doble lectura. En los interiores de todo bosque oscuro pueden sobrevivir las bestias más ignotas del pasado, incluso la peor de las bestias, el depredador humano capaz de todo por apaciguar su locura…

Nunca es tarde

La última noche de Victor Ros

Para disfrutar de un personaje por entregas como es Víctor Ros, siempre es mejor dar buena cuenta de toda la saga para contextualizar completamente y para conocer al personaje con ese detallismo del propio creador.

Pero ciertamente no me daba para referirme a toda la saga en este blog, así que voy con la que me pareció mas sugerente de todas las aventuras de este investigador encargado de recorrer parte de la geografía española en busca de deshacer los más siniestros lazos del mal.

Sin duda esta novela presenta el caso más peliagudo al que tiene que enfrentarse Ros. Ramón Férez, asesinado frente a su casa, tiene tantos enemigos y potenciales asesinos que la consideración de toda pista pasa por una mente capaz de ordenar ese caos y detectar esos indicios que lo orienten.

Víctor Ros viaja hasta Oviedo para hacerse cargo del caso. En ocasiones salir de viaje, por el motivo que sea, conduce a uno al reencuentro consigo mismo, sin condicionantes ni rutinas. El problema es que Víctor Ros no había ido hasta Oviedo para ajustar cuentas de su propia vida.

Pero las cosas vienen así, como enteras casualidades o forzadas por algún inesperado infortunio. El caso de Ramón Férez acaba circundando misteriosamente el pasado de Víctor Ros. Y cuando alguien tan sagaz como Ros se ve salpicado por la cruda realidad, quizás no esté en la mejor disposición para dar carpetazo al caso, poniendo en riesgo a nuevas víctimas y hasta su propia vida.

La última noche de Víctor Ros

Otras novelas recomendadas de Jerónimo Tristante

Pamfletten

Sí, un título que suena a lo que suena, a panfleto como importación del inglés que a su vez cogió un término latino que daba título a un relato amoroso. Curiosamente su acepción última es lo satírico político, lo difamatorio… Y ya hace mucho tiempo que se empezó a usar, precisamente contra el imperio español desde tierras holandesas.

Pamfletten aborda el eterno enfrentamiento entre el bien y el mal: la caza de un asesino en Flandes en 1576, durante la ocupación de los Tercios. El auditor Alonso Padilla tendrá que aclarar los asesinatos de varias doncellas en Lier, una próspera localidad entre Amberes y Bruselas.

Apenas han pasado dos semanas del saco de Amberes y el clima resulta enrarecido, pues las Provincias del Sur pueden sumarse a los rebeldes. Además, Alonso -un individuo cuando menos peculiar que usa extraños métodos deductivos y científicos- tiene que cumplir otro encargo del secretario general en Bruselas: capturar a un grabador, el Turco, cuyos grabados, llamados pamfletten, están haciendo que los orangistas ganen la batalla de la propaganda.

Pamfletten es una novela policíaca ambientada en el siglo XVI, donde junto a la investigación de unos sádicos asesinatos, nos muestra cómo eran los famosos Tercios de Flandes, como vivían, se organizaban, combatían y cómo resultó la compleja situación política y estratégica tras la ocupación de aquellas tierras por la mejor infantería de su época.

Pamfletten, de Jerónimo Tristante
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