Los 3 mejores libros de Elena Poniatowska

Tener que salir de la Polonia asediada por los nazis no tuvo que ser agradable para la familia Poniatowska. Corría el año 1942 y Elena contaba diez primaveras. Probablemente para ella no fuera tan traumático. A esas edad todavía la realidad se presenta difusa, entre las brumas de la fantasía y la trivialidad de la infancia.

Pero la toma de conciencia posterior pudo tener aún más poso de lo esperado. Más aún en una persona como Elena Poniatowska, revelada como una grandísima escritora, viajada  y comprometida con diversas causas concernientes a los Derechos Humanos.

Sus orígenes aristocráticos por ambas ramas, paterna y materna,  nunca fueron para ella un fundamento aunque sí una herramienta para esa lucha constante en defensa de la igualdad en cualquier ámbito.

La novela, como no podía ser de otra forma vistos los antecedentes de Poniatowska, es entendida por Elena como un instrumento hacia la crítica y el acercamiento, hacia la introspección en lo humano en multitud de facetas, desde la natural llegada del amor hasta los motivos para el odio, desde la voluntad por conocer a la necesidad del olvido.

La «Princesa roja» nunca defrauda en todo lo que escribe (sirva como ejemplo uno de sus últimos libros) Y es que Elena se ha prodigado en artículos y ensayos, en novelas y relatos. Siempre encontramos en sus escritos la pasión por vivir y la intención de sublimar todas las emociones e ideologías hacia algo positivo, conduciéndonos por percepciones personales básicas como la empatía o la resiliencia.

Top 3 novelas recomendadas de Elena Poniatowska

La piel del cielo

A veces asumimos que ser humanos es ignorar las más trascendentes evidencias para sumirnos en el día a día, agachados, buscando guijarros de felicidad. Por el contrario, buscar respuestas en las estrellas es sondear el infinito, en el que no somos nada…

Pero quizás en esa lejanía, en ese espacio inabarcable podríamos encontrar la salida más honrosa para el ego, pudiendo así ser más justos con los demás de nuestra especie.

Resumen: «Mamá, ¿allá atrás se acaba el mundo?» Esta frase abre camino a una historia fascinante: la de un hombre de enorme talento destinado a desentrañar los misterios de la astronomía. Lorenzo de Tena, inconformista y rebelde, deberá luchar contra las desigualdades sociales, las trampas burocráticas y las tentaciones políticas para ver realizada su vocación.

Pero los mayores retos de su búsqueda no vendrán de la ciencia sino de la cara más oculta de las personas, la que esconde las pasiones y los sentimientos. Una novela que, como un telescopio, nos acerca a los desafíos más inalcanzables: las estrellas y el amor.

La piel del cielo

El tren pasa primero

Como metáfora el tren puede entenderse como un recurso manido. Y de ahí la mayor gloria de esta novela. Sacar jugo al tren como momento vital solo está a la altura de plumas capaces de reinventar, transmitir una grandísima historia y seguir emocionando. Elena lo consigue.

Resumen: «Tuve hambre y frío, sentí que ningún fuego, ningún abrazo me calentarían, pero sé que si un solo hombre lucha y no se deja morir, la vida vale la pena.» Éste era un hombre que nació en un pueblo del sur de México.

Nunca hubiera salido de él, pero un día el tren pasó frente a sus ojos y en el ruido de esa máquina escuchó el relato de su vida; supo el porqué de la indomable ansia de saber que lo empujaba siempre más allá de sus límites.

Y en efecto, a Trinidad Pineda Chiñas, el personaje central de esta novela, el tren lo llevó a todo: a lugares que nunca imaginó, a incontables saberes, oficios, personas, posibilidades, y sobre todo al instante en que habló a sus compañeros ferrocarrileros con tal ardor y convicción que los convirtió en vanguardia de la lucha de los trabajadores. Y pusieron de cabeza al país y al régimen.

El tren es la vida. Pero si ser ferrocarrilero es asunto de hombres, ninguno de ellos es nada sin las mujeres. Madres, esposas, maestras, amantes, rieleras, transitan por estas páginas con poderosa presencia, con la fuerza inabarcable que late dentro de cada una. Son lo que los hombres no alcanzan a ser, o ni siquiera imaginan.

Leonora

Hay quien ve en esta historia algo de la propia Elena, criada en altas cunas pero reaccionaria frente al inmovilismo capaz de tragar con justicias poco justas y morales acomodaticias. Una gran novela que, a su vez, también saca brillo al papel de la mujer en la Historia y en el mundo.

Resumen: Una mujer indomable, un espíritu rebelde… una leyenda. Una de esas novelas que uno, simplemente, no puede perderse. Estaba destinada a crecer como la rica heredera de un magnate de la industria textil, pero desde pequeña supo que era diferente, que su capacidad de ver lo que otros no veían, la convertía en especial.

Desafió las convenciones sociales, a sus padres y maestros, y rompió cualquier atadura religiosa o ideológica para conquistar su derecho a ser una mujer libre, personal y artísticamente. Leonora Carrington es hoy una leyenda, la más importante pintora surrealista, y su fascinante vida, el material del que se nutren nuestros sueños.

Leonora vivió la más turbulenta historia de amor con el pintor Max Ernst. Con él se sumergió en el torbellino del surrealismo, y se codeó en París con Salvador Dalí, Marcel Duchamp, Joan Miró, André Breton o Pablo Picasso; por Max enloqueció cuando fue enviado a un campo de concentración.

A Leonora se la confinó en un manicomio de Santander, del que escapó para conquistar Nueva York de la mano de Peggy Guggenheim. Se instaló en México y allí ha culminado una de las obras artísticas y literarias más singulares y geniales.

No es la primera vez que Elena Poniatowska retrata como nadie a una mujer excepcional. La increíble vida de Leonora Carrington es, en sus manos, una aventura apasionante, un grito de libertad y una elegante aproximación a las vanguardias históricas de la primera mitad del siglo xx.

Leonora
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