En el suspense como ambientación narrativa, en los thrillers como fértil espacio literario es donde se cosechan los más habituales bestsellers de temporada, cada autor hace de sus obras un distintivo único.
Shari Lapena inventó el thriller doméstico o al menos lo popularizó en mayor medida. Lo de J.S. Monroe es el thriller desde la culpa, desde los remordimientos, cerca de la locura por la desubicación nacida por absoluta fatalidad. Y anda, que no es difícil tratar de etiquetar algo así…
La cuestión es que en ese extraño filo de quien descubre el lado salvaje de la vida, Monroe construye tramas eficientes, que van directamente a ese pánico adivinable tras la fragilidad de nuestro bienestar (manifiesta fragilidad hoy en día en plena era postCovid). Y el suspense entonces cobra la magnitud de lo amenazante, de ese morboso temor que a su vez te avisa para que pongas tus barbas a remojar…
Poco a poco van llegando a España las novelas de este autor inglés a rebufo de sus ilustres compatriotas Ian Rankin o John Connolly. Y lo cierto es que en ese eficiencia de sus tramas antes citada, nada más oportuno que esa melodía siniestra de una realidad cuestionable que nos circunda con su luz y las crecientes sombras. Incluso nuestra identidad puede quedar en tela de juicio cuando pintas bastos.
No es que leer a Monroe apunte a siniestra profecía autocumplida, pero también es cierto que una vez descubierta la mirilla desde la que observar a sus personajes en sus tensas situaciones, nada vuelve a ser lo mismo…
Top novelas recomendadas de J.S. Monroe
Olvídame
Nada es lo que parece o acaso lo que parece es lo que debiera ser solo que eres incapaz de darte cuenta. En este tipo de novelas laberínticas los giros sintonizan con esa noción de nuestra memoria como algo ciertamente extraño, capaz de recomponer precisamente una escena de la infancia pero también hábil para escondernos la respuesta a la simple duda sobre lo que hemos comido hoy. La memoria juega con nosotros. Y nada más literario en el suspense que esa idea.
No es que el argumento sea nuevo. Pero Monroe aporta esa noción tan suya de lo irreal como una nueva verdad transmutada por la fatalidad o por algun plan siniestro encargado de destruir tu vida. Puede ser una paranoia a punto de llevarse tu razón para siempre o la consumación de una venganza de lo más insospechada.
Ella está fuera, en la puerta. Entró en el tren después de una difícil semana en el trabajo. Le robaron el bolso y con él su identidad. Toda su vida estaba ahí dentro: pasaporte, cartera, llaves de casa… Cuando quiso denunciar el robo su mente estaba en blanco. Ni siquiera podía acordarse de su nombre.
Dice que vive en tu casa. Ahora está delante de la puerta de entrada de la casa de Tony y Laura. Está segura de que vive allí. Pero ellos nunca la han visto en su vida. ¿La dejarías entrar?
Búscame
Jar presiente que debe seguir buscando a su novia, fallecida oficialmente bajo las aguas del muelle. Se encontraba tan conectado a ella que se le hace imposible entender que Sara decidiera quitarse del medio. Tras su desaparición, y con el veredicto de la justicia ya decantado hacia el suicidio, Jar sigue viviendo en ese tiempo sin tiempo, a la espera de volverse a encontrar con su querida Sara.
Como lector, en la obsesión de Jar empiezas a compartir la misma vana esperanza, anhelando que las visiones del chico, su entrada en neurosis total derive en algo positivo finalmente. Por eso la llegada de un mail acaba marcando un redoble en el corazón de Jar a la vez que en el tuyo. La constante alucinación de una Sara viva parece apuntar a una enigmática y esperanzadora resolución. Tan sólo hace falta lanzarse con fé a la búsqueda de la chica.
No sé, esta novela, de alguna forma te engancha desde un aspecto muy cercano. Es como si una de esas desapariciones que aparecen en los telediarios se albergara de repente en tu interior, con la perspectiva de alguien implicado directamente bajo el pellejo de Jar.
Y esperas que la ficción sea en esta ocasión más benévola que lo que suele ser la realidad. Por eso sigues leyendo, acongojado por el thriller pero esperanzado en el poder reconciliador de la literatura, donde lo malo, lo perverso, lo peor, puede ser de repente fulminado por un rayo de luz.
Será o no será. Jar pondrá todo de su parte, y tú lo acompañarás como si acompañaras a un ser querido al que inicialmente pensabas librar de su tormento y al que posteriormente invitas a lanzarse en pos del misterio de ese correo electrónico.
