Los 3 mejores libros de Madeline Miller

No es la primera vez que cito las analogías entre las jovenes escritoras Irene Vallejo y Madeline Miller, dos grandes conocedoras de un mundo antiguo que saben recuperar como nadie esos aromas de la cuna de nuestra civilización. Cada una de ellas tiene su foco y rescata diferentes percepciones sociológicas y culturales dentro del contexto histórico compartido. Al final ambas componen un tandem en la distancia que nos acercan a todos a aquellos albores de una manera fascinante, como si realmente fueran nuevos horizontes y no esplendores pasados.

Por parte de Madeline Miller hay más de aspectos puramente históricos puros mientras que Irene es capaz de trazarnos insospechados senderos desde lo filológico hasta lo más trascendental. En lo tocante a Madeline su caracter cronístico nos alcanza con la intención de presentarnos ficciones históricas que en ocasiones van cargadas de mayores dosis de realismo en torno a personajes históricos pero que también beben de los mitos fundacionales del mundo antiguo. Para las dos el aspecto feminista de sus obras aportan nuevos significados al papel de la mujer en la historia.

Top 3 novelas recomendadas de Madeline Miller

Circe

Revisitar mitologías clásicas para ofrecer nuevas novelas con el tirón de lo épico y lo fantástico es ya un recurso que funciona a base de bien. Casos recientes como los de Neil Gaiman con su libro Mitos Nórdicos, o las referencias cada vez más extendidas entre autores de novelas históricas confirman ese gusto por las viejas leyendas entre lo divino y lo humano, que los antiguos se ocuparon de componer en los lejanos días del albor de nuestra civilización.

Y claro está que en las orillas del mediterráneo nos toca más lo que concierne al mundo antiguo de Grecia o Roma. Ahí es donde Madeline Miller nos acaba ganando con su profundo conocimiento de la materia y su estudiada intención por ofrecernos una trama tau cautivadora como cultivadora.

En la utópica edad de oro, de la que emana el poderoso imaginario materializado en primigenia religión, conocemos a Circe, quien posteriormente destacaría como hechizera según lo narrado por Homero desde esa primera base sentada por Hesíodo.

En un mundo de titanes también podemos encontrar ese punto de la rareza, de la juventud díscola y de la femineidad abordada como un mundo extraño para los aedos o primeros relatores encabezados por el propio Homero.

Y desde Circe, Madeline traza una historia en parte reivindicativa, siempre ilustrativa y de gran potencia literaria. Porque en el destierro de Circe, buscado por su propio padre Helios, la heredera de misteriosos poderes se enfrenta a una aventura a la altura de la propia Odisea de Ulíses.

Una de las primeras y más potentes imágenes de la adversidad en su vertiente más femenina, de las fobias por lo diferente. Solo que Circe se basta y se sobra para salir airosa de cuantas desventuras se encuentra en su solitario camino.

Y sin embargo, en Circe descubrimos que pese a todo la mueve el amor, la vitalidad, quizás en contra de la intención de su narrador original. Quien antaño se pudiera plantear como la antagonista de un mundo gobernado por deidades y entregado a los humanos acaba manifestándose como un alma viva que siente muy por encima de todos, dioses y humanos. A cada nueva contrariedad, ella, la bruja, se va haciendo más fuerte y va forjando su voluntad cada vez más férrea.

Una novela que engarza todo lo relatado por los antiguos y que lo complementa con una perspectiva rompedora del propio personaje de Circe, la primera bruja.

La canción de Aquiles

El mundo antiguo siempre está de moda. Porque así como la infancia forja la personalidad de una persona, esa cuna de nuestra cultura que son las antiguas Grecia o Roma componen la mayor parte de nuestros principios sociales, político y éticos. De puertas hacia adentro y de puertas hacia afuera todo es aprendido de estas culturas donde Dios aún no había llegado y así se permitían ciertos encuentros entre dioses, semidioses, héroes y demás personajes que convivián entre la gente como una fabulosa realidad cargada de brillante mitología trascendental…

Un mundo brillante, exuberante cargado de una literatura salpica de lirismo y épica. Un imaginario que acabó por adentrarse en lo humano para siempre desde lo etimológico hasta lo filosófico. Porque apenas nada se sabía y todo se quería conocer con fe en el pensamiento como un instinto y en su razón como la herramienta.

Grecia en la era de los heroes. Patroclo, un príncipe joven y torpe, ha sido exiliado al reino de Ftía, donde vive a la sombra del rey Peleo y su hijo divino, Aquiles.Aquiles, el mejor de los griegos, es todo lo que no es Patroclo: fuerte, apuesto, hijo de una diosa. Un día Aquiles toma bajo su protección al lastimoso príncipe y ese vínculo provisional da paso a una sólida amistad mientras ambos se convierten en jóvenes habilidosos en las artes de la guerra.Pero el destino nunca está lejos de los talones de Aquiles.

Cuando se extiende la noticia del rapto de Helena de Esparta, se convoca a los hombres de Grecia para asediar la ciudad de Troya. Aquiles, seducido por la promesa de un destino glorioso, se une a la causa, y Patroclo, dividido entre el amor y el miedo por su compañero, lo sigue a la guerra. Poco podía imaginar que los años siguientes iban a poner a prueba todo cuanto habían aprendido y todo cuanto valoraban profundamente.

Galatea

En la Antigua Grecia, Pigmalión, un talentoso escultor de mármol, ha sido bendecido por una diosa, que otorga el don de la vida a su obra maestra, la mujer más hermosa que jamás se haya visto en el lugar: Galatea. Una vez que el tallista la convierte en su esposa, espera que lo complazca y sea obediente, la personificación de la humildad, pero ella tiene sus propios deseos y anhelos de independencia.
En una apuesta desesperada de su obsesivo marido por controlarla, acaba recluida bajo la constante supervisión de médicos y enfermeras, pero, con una hija a la que rescatar, Galatea está decidida a liberarse a cualquier precio.