Los 3 mejores libros de Agustín Fernández Mallo

La literatura abraza a todo aquel que tenga algo que contar, provenga del ámbito del que provenga. Lo mismo puede un poeta que un físico alcanzar páginas sublimes de gloria en el arte (mitad impronta mitad cultivo) de vivir para querer contarlo.

Agustín Fernández Mallo cumple con esa cualidad poliforme del hombre de ciencias y de letras en las mismas carnes. Un tipo que encuentra en lo literario una vertiente en cascada para prorrumpir, más que encauzar, visiones en verso o prosa pero siempre empecinadas en una pauta generacional de la desubicación, el contraste y el extrañamiento.

Que la generación nocilla cobijó a narradores diferentes, cronistas de la nada, del hartazgo, de la supuesta generación bendecida después de mil penurias es algo notorio. Y sin embargo se trata de una generación vacía en una transición hacia lo tecnológico, los últimos de lo analógico que en el caso de otro ilustre habitante generacional como Gabi Martínez, demuestran que solo quedaba la fascinación por lo anecdótico o la inquietud y el ánimo viajero, para hacer de cronistas narrativos con algún encaje en la literatura más comprometida.

Y ahí es donde uno tiene que ser maestro para seguir rescatando esa humanidad de lo intrahistórico en una época con poco fulgor y una supuesta placidez siempre extendida como una pátina de fácil rascado hacia el óxido y el desgaste.

Top 3 mejores novelas de Agustín Fernández Mallo

Trilogía de la guerra

Nada tan alienante como la guerra. Una idea de alienación que se plasma perfectamente en la onírica portada de este libro que a su vez aporta una perspectiva siniestra. Sirva como perfecto anticipo pues ese personaje entre protegido y oculto, portador de unas flores que bien podría llevar a un camposanto o tratarse de una transfiguración de un arma destructiva entre sus manos…

La Guerra Civil Española y su instinto de autodestrucción. Vietnam y el despertar de las conciencias. Normandia y la victoria final sobre una costa bañada en sangre. Conflictos armados y el hombre convertido en su peor monstruo. El reciente siglo XX plagado de enfrentamientos sangrientos y su sombra cernida sobre un siglo XXI que nos habla de más posibles conflictos y de los ya existentes, soterrados entre oscuros espacios de la conciencia general.

Con su virtuosa prosa poética, repleta de imágenes entre brillantes y delirantes, Agustín Fernández Mallo nos enfrenta a un mosaico bélico, expuesto ante nuestros ojos con intención perturbadora, como una obra que acaba descubriéndonos perplejos, enfrentados a lo que no somos en un tiempo y un espacio tan lejano.

Entrelazados los eventos bélicos de referencia y con la proyección a nuestros días, un sentimiento trágico se apodera o más bien se transmite poderosamente.

Como físico que es, el autor parece que nos diera a entender que nuestra única solución sería abandonar este mundo hasta encontrar nuevos lugares donde reaprenderlo con nuevas premisas. Pues lo cierto es que nuestro imaginario y nuestra historia se baña de sangre. Si de lo único que somos capaces es de plantear eternos conflictos podría servir como ejemplo Vietnam o Normandía, o espacios más reducidos como la isla de San Simón, donde los que iban siendo vencidos se les concentraba en espera de la única redención posible al albur de la razón de los vencedores.

Una composición literaria de elegante sofisticación en la forma a la vez de brillante clarividencia sobre pasado y porvenir, sobre el trasfondo de esos enfrentamientos bélicos traídos a este volumen conjunto para descifrar claves de nuestros días…

Limbo

Ya lo cantaba Bunbury en alguna canción, «El tiempo es un círculo plano. Todo lo hecho lo repetiremos. Y tú y yo nos volveremos a encontrar todas las veces». Por desgracia ese sinfín ocurre más desde lo fatídico. Nuestras grandes penas y miedos siempre regresan y las escenas se repiten una y otra vez…

Una mujer cuenta el secuestro al que fue sometida en México D.F. con frialdad pasmosa y atendiendo a detalles inéditos. Una pareja atraviesa Estados Unidos en coche a la busca del quimérico y remoto Sonido del Fin. Dos músicos se encierran en un château del norte de Francia para componer y grabar su obra definitiva. Un escritor español relata los inicios de su relación con la enigmática mujer a la que conoce en una librería mexicana.

Agustín Fernández Mallo crea en esta novela una atmósfera ligeramente desenfocada, poética y turbadora que, como si de una red se tratara, va conectando a los personajes a medida que avanza la narración. No es misterio en el sentido clásico, no es suspense ni es terror, sino algo más inquietante: es la propia realidad que se nos muestra como un objeto animado; son los personajes quienes van tras ella sin llegar a comprenderla del todo.

En Limbo el tiempo se revela como una dimensión elástica y las fronteras entre la vida y la muerte se difuminan hasta desaparecer. Cada cual es él mismo y otros muchos, habitando distintos lugares, defendiendo varias vidas y sin intuir que, en definitiva, todo cuanto alguna vez ocurrió está condenado a repetirse.

Proyecto Nocilla

Reivindicarse como generación es necesario cuando nada trascendente sucede a tu alrededor. Por desgracia el devenir del mundo viene marcado por notas siniestras de guerras, catástrofes y demás. Y quien más quien menos, de entre los más grandes escritores, ha dado cuenta de una época que le tocó vivir con la riqueza necesaria de una visión alejada de prismas oficiales.

La generación nocilla poco tenía que contar, salvo el transcurrir de la vida misma, que, si se piensa bien, es mucho más que suficiente. Porque al final esta generación a la vista del presente y el futuro que nos viene, podrá ser de las pocas que contempló la vida como quien divisa tranquilamente un cuadro en el museo…

El proyecto narrativo que revolucionó el panorama narrativo español: las tres novelas que conforman el Proyecto Nocilla, por primera vez en un solo volumen.

«Desde que en 2006 apareció en el espacio literario de esta lengua Nocilla dream, la primera versión del Proyecto Nocilla, seguida por su reversión, Nocilla experience (2008) y por su final inversión, Nocilla lab (2009), la constelación narrativa española ya no es la misma. No porque este Proyecto de una escritura en construcción refute otras opciones sino porque su radicalismo, independencia y novedad abren un espacio extraño por poco entrevisto; en lugar de una exploración de las raíces, la memoria o el pasado, Agustín Fernández Mallo se propuso un proyecto más futurista que español: la construcción de un espacio de actualidad desbordada, allí donde la escritura no se debe a la melancolía de la nacionalidad sino a la proyección de una lengua en devenir. (…)

¿Cómo definir el asombro gratuito de la primera lectura de Nocilla dream? Cada lector lo ha hecho con entusiasmo por su propia lectura, como es natural, y por vía comparativa la ha dotado de un linaje tan ilustre como actual. La suma del Proyecto nos permite verla hoy (y el término es inexhausto) como una primera lectura reiterada: siempre es otro objeto, con otra ruta de acceso.»