Las 3 mejores películas de Ryan Reynolds

Lo malo de Ryan Reynolds es que me recuerda a un amigo y eso lo hace partir con un punto de extrañamiento en cualquiera de sus interpretaciones. Lo bueno de Ryan Reynolds es que como mi amigo, es capaz de lo mejor y de lo peor, y eso tiene su encanto…

Por suerte para él me voy a quedar con sus mejores pelis y voy a obviar algunos bodrios infumables en los que ha participado incluso como cabeza de cartel. Es lo que tiene partir de su rostro amable que encaja en todo tipo de cintas, puedo uno dejarse llevar por el guion más estrepitoso para reconquistar al público en la siguiente película. Justo como mi amigo, que puede hundirse en la miseria más absoluta un sábado noche para resurgir cual ave fénix en la siguiente salida de amigos…

De cualquier forma, no esperamos de Ryan, de momento, interpretaciones en películas inmortales que sacuden el mundo del cine apuntando a obras imperecederas. Pero en lo meramente entregado al entretenimiento, Ryan se mueve como pez en el agua. Eso sí, aviso que, como suele ser habitual en este blog, voy a filtrar interpretaciones en series y sagas, (más aún si son de Marvel con el actor de turno disfrazado) no porque les tenga especial manía, sino porque desvirtúan la noción más completa de la actuación.

Top 3 películas recomendadas de Ryan Reynolds

El proyecto Adam

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Corría una noche de verano y apetecía alguna peli entretenida de Netflix. Como la ciencia ficción siempre es un espacio jugoso para mí seleccioné este género y me topé con mi amigo Ryan en una propuesta que sonaba bien.

Se trataba de Proyecto Adam, y de una invitación para viajeros en el tiempo hacia ese pasado, siempre en constante reconstrucción entre recuerdos y remordimientos. Pero claro, lo de este proyecto añadía naves espaciales con las que acceder a planos de aquí y de allá.

En medio de la desorientación general, Ryan va atando cabos de la importante misión que puede cumplir contra la corporación de turno, dueña y señora de los viajes intra-temporales y sus potenciales posibilidades de lucro y poder.

En esta ocasión encontrarte con tu yo anterior tampoco supone fractura alguna. Y de hecho resulta de lo más fascinante que el hombre adulto sea capaz de recoger las miserias del niño que fue para que pueda ser el superhombre que le tocará ser. Entre ambos, niño y hombre, deben enfrentarse al moldeado de la realidad a uno y otro lado del tiempo.

Solo ellos pueden darse una segunda oportunidad para que todo transcurra como debió ser, eliminando esos incómodos accidentes que hacen de la vida una putada. No todo sale bien, en cierta forma, pero quizás solo sea ya cuestión de tiempo, de tiempo del bueno en el que las cosas ocurran a placer y necesidad de los protagonistas…

Free Guy

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La cosa es que en lo fantástico y la ciencia ficción, Ryan Reynolds parece haber encontrado su hábitat. Será cosa de que en un rostro tan amigable como el suyo cualquier presupuesto o divagación se haga más accesible. La cuestión es que en pelis como esta Ryan consigue acercarnos a los nuevos mundos diseñados por la IA de turno, entre algoritmos y escenarios de juegos.

Lo de Jim Carrey y su Truman sale vencedor en la comparación entre argumentos tan similares, pero esta película tiene el añadido del reflejo entre realidad y metaverso, o entre mundo real y realidad virtual. Porque conseguir que todo enlace convierte la imaginación humana en un espacio capaz de generar nuevos mundos…

Guy (Ryan Reynolds) trabaja como cajero de un banco, y es un tipo alegre y solitario al que nada la amarga el día. Incluso si le utilizan como rehén durante un atraco a su banco, él sigue sonriendo como si nada. Pero un día se da cuenta de que Free City no es exactamente la ciudad que él creía. Guy va a descubrir que en realidad es un personaje no jugable dentro de un brutal videojuego.

Eternal

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Ser un recipiente en espera de un donante de alma no es asunto baladí. Ryan tan solo era un proyecto de ser humano dispuesto en su envase para que el rico de turno disfrute de su físico juvenil con todas las potencialidades que eso supone.

Algo así como una inmortalidad de alquiler o una reencarnación con posos de ciencia. En última instancia conjugar cuerpos y almas pasa a ser algo tan sencillo como finalmente desconcertante. Porque cada célula tiene sus recuerdos. Y puesto todo en orden según la química del cerebro, empiezan a despertar viejos recuerdos imposibles sobre quién nunca se fue al habitar cuerpo ajeno.

Paradojas clásicas de la ciencia ficción entre lo ético y lo espiritual incluso. Viejos complejos de Dorian Gray curados con segundas oportunidades que no pertenecen. Jugar a ser Dios y salir ganando en las primeras apuestas… Las dudas quedarán servidas después y el viejo alma que ocupaba ese cuerpo hecho recipiente empieza a reclamar lo que siempre fue suyo. Porque puestos a jugar los humanos entre cuerpos y almas quizás finalmente Dios se haga la picha un lío…

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2 comentarios en «Las 3 mejores películas de Ryan Reynolds»

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