Hay paรญses o regiones con una gran cantera de autores del gรฉnero de turno (no podemos obviar al noir nรณrdico como paradigma). Pero tambiรฉn encontramos, por el contrario, a escritores de paรญses sin cantera que acaban siendo la parte por el todo y sobresaliendo แแถแแฝแแแนแแแแแแแแแแแแถแแแแถแแแแแถแแทแ แแถแแแแถแแแแแแแถแแแแถแแแแแแแ แแแแธแแถแแแแแแแแแถแแแแแถแแแแแแแแแแ แแแแแขแแแแขแถแแแแแธแแผแแถแแแแทแแแแแแแถแแแแแแนแแแแแแแแพแแแแแแทแแแผแแแถแแแแแแถแแแแทแแ
แแแธแ แแแ Alex Michaelides แแถแแแแแแแถแแขแแแธแแแแแแแผแแ แแแแแแขแแแแแแแแแแปแแแแแถแแแแแแแแถแแแแผแ แแแแฝแแแถแแแแแ แแผแขแถแแ แแแผแ แแแแแผแแแถแแผ, si miramos de puertas hacia adentro. Y eso que Michaelides apenas ha dado comienzo a su carrera literaria, asentรกndose en el suspense mรกs despiadado, en los giros ingeniosos y en la tensiรณn que avanza desde el desconcierto fronterizo con el miedo.
No podรญa ser de otra forma para un narrador acostumbrado, hasta su primer gran รฉxito en novela, a escenarios mรกs tangibles como guionista de cine. Pero es que la literatura es lo que tiene, no se depende de nadie, ni productores, ni actores, ni presupuestos ingentes para efectos especiales, ni licencias de rodaje. Todo nace de la imaginaciรณn y desde ahรญ se extiende a unos lectores ya encandilados con esas oscuridades propuestas por Michaelides.
แแพแแแธแแถแแแแแแถแแแแแแแแถแแทแแแแแขแแแแแทแแแแแแแแแแแแแแ แแถแแแขแแแแแแแถแแแงแแแแทแแแแแ Michaelides แแถแแผแแแแแถแแแแแถแแแแแพแแ แทแแแแแธแแถแแแแแปแ แแแแแแขแแแแพแแถแแแแแแแแถแ แแทแแแถแแแถแแแนแแแ แแแแแแแแแแแแแแแแฝแขแแแแแแแแแถแแแ แแแแธแแแแแทแแขแถแ แแแแแแแถแแแถแแแผแ แแแแแแพแแกแพแแแแแแแแแถแแนแแแธแแทแแแแแแแฝแฏแแแแแแแฝแแแแ แแแแปแแแแแฟแแแแแแแแแแแแแแแแถแแแแบแแถแแแแแแแแแปแแแผแแแแแแแแแแแแแแแแแ แแแแถแแแแแแแแแแแแแแพแแขแแแธแแแ แปแ แขแถแแแแแแถแแ แแทแแแแแแธแแแแแแแแแแแแแแแถแแแถแแแแแแแปแแแแแแแ แถแแแแผแ แแถแแแแปแแแแแผแแแถแแแแแแแแแถแแแแแแแถแแแแนแแ แแแ แแแแธแแทแแถแแแแแแพแแกแพแแแ แ แแแแแแปแแแแแแแแแแแแพแ แแปแแแแแแแแแพแแแพแแแฝแแแแแแ แกแพแแแ แแพแแแแแแถแแแถแแฝแแแนแแแฟแแแแแแแแแปแแแแแแแแแแแแแแฝแแแแ แแผแ แแแแแ แพแ แแธแแแแปแ แแพแแขแถแ แแนแแแแถแแแแแขแทแแแธแแแแแแถแแแแแขแทแแขแแแธแแแแบแแแขแแแธแแแแแพแแกแพแแแ แแถแแแแแแแแโฆ
แแแแแ แแแแแถแแแแแถแแแแแผแแแแ Alex Michaelides
แขแแแแแแแบแแแแแแแแแถแแ
แแปแแแแทแแแแแแแพแแแแแแแแแแแแแแแแแแแแ แแแแปแแแแแธแแแแแถแแทแแขแถแ แฌแแผแแแแธแแแแถแขแถแ แแแแผแแแถแแแแแแแแแแแแถแแแแแแแแถแแแถแแฝแ แแแปแแแแแแถแแแผแ แแถแแแแแแแถแ แแแแแถแแแแถแแแถแแแถแแแแแแแแแแแแถแงแแแแแแแแแแแ แแแแปแแแแแธแแถแแแแแ แแปแแแแทแแแแแแแแแแแแผแแแถแแแถแแแทแแแแแแถแแแแแแแแ แแพแแแแธแแแแแแขแแแแ แแแปแแฝแแ แแแฝแแ
แแแปแแแแ Alicia Berenson แแทแโแแปแโแ แทแแแโแแทแแถแโแขแแแธโแแแโแแแแแแบโแแ โแ แแแแโแแปแโแแแแแปแแถแโแแแโแ แแแขแปแโแแถแโแแแโแแทแโแแโแ แทแแแโแ แแแแโแแถแโแแแแพโแแถแโแแแแธโแแแแโแแถแแ แแพโแแแแถแโแแแแแธแแแแโแแธโแแโแแถแแโแ แแโแแ แแปแแแแทแแแโแ แถแแโแแผแ โแแถโแแถแโแแถแโแแบแแแแถแแ แแนแโแแโแแทแแแโแแแแแถแแโแแแแแโแแแโแแแแแแโแแพแโแแถแโแแถแโแแฟแโแแแแแโแ แแแแโแแแแแแธโแแแโแแแผแโแแถแแโแแทแโแแถแแโแแทแโแแถแโแแแแแแโแแทแโแ แแแถแแโแขแแแธโแแถแแโแขแแแ แ แพแแแถแแถแแแทแแแถแแ แแถแแแแแแแแแแถแแ แแถแแแขแถแแแแแแแแแแถแแ แแแแนแแ แแแแพแแแ แแผแแถแแแแแแแแแขแแแแแแแแ
แแแแแทแแแพแแแแแแ แถแแแแแแพแแแถแแขแแแแพแแแผแแขแถแแแแแแแแทแแแแแทแแแฝแแฑแแแ แถแแแขแถแแแแแแแแแแถแแแฟแแแแแแแแถแแแแแแ แแแแปแแทแแแแแแแแแแ แแแ แแทแแแแแแแแแแแแขแถแแธแแแ แแแแแแแแแขแผแ แแแถแแแบแแแแแถแแถแแแแแแแแแแแธแแแแผแแแทแแแทแแแถแแแแแแแแแแแแนแแแถแแแถแแแถแแแนแแแถแแแแแแแแถแแแกแพแแ
Alicia Berenson แแทแแแถแแแแแแแแแแแแถแแแถแแผแแแแแถแแแทแแแแถแแแแแถแแแ แทแแแแแทแแผแแแแแถแแแแแแแแแถแ แทแแแแแถแแนแแแถแแแแแผแแแแแแบแ แแทแแแแแโแแโแแถแโแแทแแแแถแแปแแถแโแแแแถแแโแแแโแ แถแแโแแผแ โแแถโแแธแแทแโแแแแแแถแ แแ แผแโแแแโแ แปแ โแแแแปแโแแฝแแแแแถแโแแถแโแแแแแโแแแโแแถแโแแถแแโแ แโแแแแถแโแแแแธโแแถแโแ แแแฝแโแแแแถแโแแแแถแแโฆ แแฝแ โแแโแแแแถแแโแแนแแ
Theo llega hasta la cรกrcel en la que Alicia cumple su condena. El acercamiento a la mujer, evidentemente no es nada fรกcil. Pero Theo tiene sus herramientas para ir atando algรบn cabo, tirar de algรบn hilo desde ese silencio como refugio, pero del que todo humano debe salir de vez en cuando como animal en su madriguera. No solo las palabras transmiten informaciรณnโฆ
แแ แผแแแแ Theo แแแแทแ แถแแแถแแนแแขแแแธแแแถแแแขแแแ แแแแแถแแแแแถแแแแแแแถแแแปแแแแแแแแแถแแแแแแแแแแทแแแทแแ แผแแแ แแแแปแแขแแแแผแแ แทแแแแแแแแขแถแแธแแแ แถแแแแแแพแแแแแแแแถแ แแถแแถแแแแแแนแแแแแถแแแแแแบแแแแแปแแแนแแแถแแแทแแ แปแแแแแแแแแแแแแแแแแแขแถแ แแแแ แถแแแถแแแ แพแแแถแแนแแแแแพแฑแแแขแแแธแแแแ แทแแแแ
The Maidens
El tรฉrmino doncella suena tan arcaico como siniestro porque incluso apunta a la visiรณn de la sexualidad femenina como un trofeo. Y porque despierta esa aberrante sensaciรณn de la masculinidad como una perversa nociรณn de superioridad. Una superioridad de la que puede desprenderse la aviesa idea de que ellas le pertenecen. Porque sรณlo รฉl es capaz de guiarlas y convencerlas para que se entreguen en cuerpo y almaโฆ
A sus treinta y seis aรฑos, Mariana intenta recuperarse de la pรฉrdida de Sebastiรกn, el gran amor de su vida, ahogado durante unas vacaciones en una isla griega. Ella trabaja en Londres como terapeuta, pero cuando su sobrina Zoe, la รบnica familia que le queda, la llama desde Cambridge para contarle que Tara, su mejor amiga, ha sido brutalmente asesinada cerca de la residencia de estudiantes, decide acudir en su ayuda.
แแ แแธแแแแแถแแแแถแแแฝแแแแ Fosca แแแแแถแแถแแแแแแถแ แถแแแแแแแแถแแ แทแแแแแแแแปแแแแแแแแแแแทแแแแถแแปแแถแแ แแถแแแแแแถแ แถแแแแแแแแถแแแแปแแแทแแแแถแแฝแแแแแแถแแ แแแฝแแแทแแแแแแแธแแแแแแแพแแแพแแแแถแแแแแถแแ แแปแแแแแแแแแแแแแขแถแ แแทแแแแแธแแแแฝแแถแแขแแทแแ แแแ Tara แแถแแแแแแแฝแ: the Maidens แ แแ แแแแปแแแแแแแแแแแแแแแแปแแแถแแธแแแถแแแแถแแแแพแแแถแแแแผแแแแถแแแแแแแถแแแแแแแแถแแถแแถแแแแทแ แแปแแถแแแแแแถแแแถแแแถแแแผแแถแ แแทแแแผแแแแปแแแแถแแแถแแแแแแแแแแแธแแแแทแแแแแแแแแแแนแแแแ แกแพแแแ แแแทแแแแแถแแถแแแแแแแแแแแแแแฝแแแแแแแผแแแถแแแแแแแกแปแแ แพแแแแแถแแแแ แแแแปแแแแ แพแแแแถแแแแถแแทแแแแแนแแแแแแแผแแแแแแแแปแแแนแแแถแแแแแแแแถแแงแแแแทแแแแแแแแแถแแแแแแแแปแแแแแแแแแแปแแแแแแแแแถแแแแแแแ แแธแขแแธแแแถแแแแแแแถแแแแแแแ
แแแ แนแ
Las emociones mรกs antagรณnicas y su fatal encuentro en los polos. Too much love will kill you, como decรญa el bueno de Freddy Mercury. Nada mรกs cierto y nada mรกs conocido por quienes consigue llegar a lo mรกs extremo del amor, allรญ donde la vida duele y desgasta, tan solo de pensar que pueda darse la existencia sin ese otro ser amado. La locura entonces no es otra cosa que la razรณn, que como dirรญa Heine, ha tomado la firme determinaciรณn de volverse loca.
Esta es la historia de un asesinato. O quizรก esto no sea del todo cierto. En el fondo, es sobre todo una historia de amor. Lana Farrar es una antigua estrella de cine, un icono de la moda admirado durante aรฑos. Desde que su marido falleciรณ, vive reclusa en su mansiรณn de Londres. Cada aรฑo invita a sus amigos mรกs รญntimos a escapar del clima inglรฉs y pasar la Pascua en su idรญlica isla griega privada, un pequeรฑo islote de lujo azotado por un poderoso viento que los lugareรฑos llaman ยซla furiaยป.
Cuando la furia deja al grupo atrapado en la isla sin poder salir, las viejas amistades acaban sacando a flote el odio, la envidia y el deseo de venganza reprimidos durante aรฑos. Y, de repente, alguien desaparece. Asรญ se inicia un juego de encerronas y trampas, una batalla de ingenio llena de giros y sorpresas que desemboca en un final inolvidable donde resuenan los ecos del temible The Grove, el cรฉlebre hospital psiquiรกtrico de La paciente silenciosa.
