Descubre los 3 mejores libros del colectivo Wu Ming

Lo de cinco autores escribiendo juntos la misma obra suena interesante de entrada. Rollo experimental. Pero después, una vez que consideras la dificultad que debe acarrear escribir una novela a cuatro manos, ponerse ya con diez debe ser desquiciante. En el mejor de los casos como Maj Sjöwall y Per Wahlöö, creadores durante una década de novelas negras de gran tirón comercial, todo se entiende desde la relación sentimental. Y otros casos similares de duplas también han fructificado en encuentros puntuales o como constante creativa.

Porque en la literatura como en el sexo el entendimiento entre dos puede estar bien, mientras que la multitud puede ser desorden y caos. Ya lo anuncia el chiste del participante en la orgía pidiendo organización, más que nada porque ya se ha llevado seis estocadas por detrás cuando solo están cinco.

Wu Ming eran precisamente eso, cinco tipos escritores todos ellos, obvio. No descartemos que la cosa quedara finalmente en cuarteto tras un enfrentamiento y su resolución vía crimen con el disidente… 😛

El asunto salió bien y los Wu Ming 1,2,4 y 5 siguen quedando, fumando porros o tomando ácido, y escribiendo nuevas historias. Les sale bien y por lo vanguardista del asunto más lo currado y variopinto de sus tramas, siguen encontrando mercado desde los remotos albores del nuevo milenio (por darle más empaque al asunto, o esa desde 1999)

Top 3 novelas recomendadas de Wu Ming

Q

Una vez que se pusieron, los cuatro autores intervinientes en esta primera novela que fueron Federico Guglielmi, Giovanni Cattabriga, Luca Di Meo y Roberto Bui (autodenominados Luther Blissett) tuvieron las pelotas de escribir una obra sublime a la primera de cambio.

Debió ser aquello de que diez ojos ven más que dos de la misma forma que 5 egos pueden ejercer mejores ejercicios de autocrítica que un solo ego inflado por cómo está quedando la obra.La cuestión es que Q tenía ese punto de amalgama perfecta, de mezcla heterogénea pero sabiamente conducida como novela bien conjuntada. La riqueza de este ejercicio en matices y reconocimientos apuntaló el proyecto.

Calificada por los críticos como obra maestra y comparada insistentemente con El nombre de la rosa, Q es una larga novela ambientada en el siglo XVI.La obra se desarrolla a lo largo de treinta años por distintos países de la Europa de la Contrarreforma, y en ella decenas de personajes conforman un prodigioso fresco de la época.

Así pues, Q es una novela histórica, pero también, y ante todo, es una novela de aventuras y espionaje donde el verdadero protagonista es la multitud: herejes, espías, putas, cortesanos, mercenarios, profetas improvisados, siervos…Una novela coral en estilo y contenido que en todos los países en los que ha sido traducida ha cosechado un rotundo éxito.

Q

Proletkult

Una novela mucho más entregada a una tarea vanguardista de síntesis durante algún proceso creativo harto interesante para conseguir el punto final entre distópico, esperéntico, satírico y de trepidante acción. Una revisión lisérgica de todas esas novelas que auguraban el colapso social hacia la alienación y el control de las voluntades por tan dispares vías como pudieron imaginar George Orwell o Huxley entre otros.

En 1907, en Tiflis, Georgia, un revolucionario bolchevique llamado Leonid Voloch asalta un carruaje postal protegido por cosacos y huye en un tren con la ayuda de un camarada georgiano. Saltan del tren en marcha y el georgiano lo conduce a través de un bosque hasta una extraña esfera transparente, de no menos de ocho metros de altura y con varias presencias en su interior, que se abre para recibirlos.

En ese momento el georgiano se desabrocha el cuello de la casaca, desliza los dedos de ambas manos y se quita la máscara que hacía la función de cara, incluidos el pelo oscuro y el bigote. Asoma entonces un ser alienígena de facciones vagamente humanas…

Muchos años después, la supuesta hija de Leonid, que es además una supuesta alienígena, busca a su padre para llevarlo de regreso al planeta Nacun. Para ello visita en el Moscú ya revolucionario a Alexandr Bodgánov, un personaje real que parece salido de una novela: médico, economista, filósofo, fundador e ideólogo del movimiento artístico proletario llamado Proletkult, escritor de ciencia ficción y director de un centro de transfusiones pionero en la curación de enfermedades nerviosas (y acaso en la búsqueda de la eterna juventud). Y así, en este pastiche de realismo socialista y ciencia ficción (también socialista), aparecen revolucionarios exiliados en Capri, policías secretos, civilizaciones interplanetarias organizadas en perfectas sociedades comunistas, El capital y un hito de la ciencia ficción socialista titulado ―cómo no―   Estrella roja, Lenin y Stalin…

Y, con todos estos elementos, el colectivo Wu Ming crea un endiablado y apetitoso artefacto literario que juega con los géneros y explora la relación entre delirios revolucionarios y mentales; entre locuras humanas y políticas; entre ensoñaciones, ideales y fantasías (políticas y literarias); entre realidad y ficción.

Proletkult

El ejército de los sonámbulos

No me digas que no es sugerente el título. De entrada se antoja la idea de todos nosotros sonámbulos, con los brazos en ángulo recto hacia adelante, despojados de voluntad y repitiendo algún onírico eslogan inducido por alguna terapia conductista.

Después llega ya la habitual escenografía cambiante de este conjunto de escritores aunados para el fin de la gloria literararia hecha desde sabe Dios que confabulación para hacer posible la suma.Alguno de ellos, de los autores, apuntaría a la novela histórica, al punto de partida. Y todos lo aceptarían, nada mejor que la revolución francesa como punto de partida para proyectar ideas sobre la violencia, la búsqueda de horizontes tras la revolución, los fracasos posteriores y todo el juego de luces y sombras que aparecen como en el escenario del mundo, en espera de si lo humano puede finalmente campear con algo de sentido.

París, enero de 1793. El rey Luis XVI está a punto de ser guillotinado y la ciudad bulle entre el entusiasmo de los partidarios del nuevo orden y las conspiraciones de los monárquicos. El Terror no tardará en llegar, y la Revolución entrará en una fase crítica. En este ambiente de caos, juegos de poder, ambiciones políticas, sueños de libertad y violentas pesadillas se mueven varios personajes: Orphée d’Amblanc, peculiar médico que en plena Revolución pone en práctica las enseñanzas de su maestro Mesmer, padre de la hipnosis moderna; Marie Nozière, que lucha por sacar adelante a su hijo y sueña con una vida nueva en la que haya igualdad entre los sexos; Leonida Modonesi, actor italiano admirador de Goldoni que ha llegado a la capital con el propósito de localizar a su ya anciano ídolo y acabará disfrazándose de Scaramouche y actuando entre el teatro y la vida real…

Y en ese clima de incerteza surgen rumores de un creciente número de inexplicables casos de sonambulismo, víctimas de un extraño mal que les aniquila la conciencia. D’Amblanc recibirá el encargo de investigar qué hay de cierto en esos rumores, porque se sospecha que los contrarrevolucionarios monárquicos pueden estar creando un ejército de sonámbulos. Ingenioso pastiche de novela histórica y folletín de aventuras; brillante ejercicio de erudición; reflexión sobre el poder, la violencia y las sacudidas de la historia; relato ágil y trepidante, lleno de giros inesperados y sorpresas, El Ejército de los Sonámbulos es por encima de todo un festín literario, un regalo para el lector.

El ejército de los sonámbulos
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1 comentario en «Descubre los 3 mejores libros del colectivo Wu Ming»

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