Los 3 mejores libros de Thomas Piketty

Suena paradójico, pero el Marx de nuestro tiempo es un economista. Me refiero al francés Thomas Piketty. En cierta forma que el paladín de un nuevo comunismo sea eso, un economista, parece una asunción de que el capitalismo ha llegado para quedarse disfrazándolo todo. Pero lo que no tiene por qué significar es que Piketty abogue por el actual consumismo desaforado. Porque el libertinaje del mal llamado liberalismo no tiene por qué ir siempre adosados a la concepción de lo capitalista.

De hecho se puede entender la sana ambición económica como un añadido, un constructo de las sociedades de bienestar y un incentivo para desarrollar cualquier actividad (hasta como un hecho diferenciador para aquel que se lo acaba ganando, si quieres). Lo que no puede entenderse es que como todo horizonte se propugne que la ambición deba tener camino expedito sin condición alguna.

Porque de ahí parten las desigualdades y ahí radica el engaño con el cual los poderosos someten indirectamente, y sin esfuerzo ni conflicto, a tantos y tantos aspirantes a ricos que acaban compitiendo en desigualdad de condiciones por el mero hecho de no haber llegado, precisamente, jamás a ricos.

Por eso mola leer a Piketty y tenerlo ahí como economista de cabecera para entender que no todos los de su gremio sueñan con ser asesores de Lehman Brothers o del fondo buitre de turno. Ser economista también puede ser buscar alternativas hacia una nueva economía liberada dese ya solo su semántica de extremos peyorativos.

Top 3 libros recomendados de Thomas Piketty

La Economía De Las Desigualdades

Cierto es que Piketty no anda buscando el Nobel de la paz o del buen rollo, al menos. Sus inquietudes intelectuales se mueven hacia el equilibrio económico de manera casi científica. Que indudablemente todo apunte a la sostenibilidad y el bien común, por supuesto que también. De hecho, reconocer las desigualdades como la parte del equilibrio actual del mundo ya es una abierta intención por poner sobre la mesa la crudeza y hasta crueldad de los poderosos y el poco fuelle que una socialdemocracia tiene ya en el tablero de juego.

El aumento de las desigualdades generadas por un capitalismo ávido y sin control es el gran tema de este libro. ¿Por qué un grupo de ricos herederos debería disponer de unos ingresos vedados a los que sólo cuentan con su fuerza de trabajo y su talento?

A partir de una base de datos monumental y en constante actualización, y tomando distancia de las posiciones tradicionales tanto de derecha como de izquierda, Piketty muestra que la desigualdad se ha intensificado durante las últimas tres décadas a causa de diferentes reformas impositivas que han aliviado las cargas tributarias sobre los sectores más ricos de la sociedad.

Analiza las brechas en la apropiación del excedente entre capitalistas y trabajadores, las diferencias históricas y entre países, las particularidades de la profunda inequidad en el mundo del trabajo y los efectos de las diversas estrategias de redistribución. El mensaje central es que, más allá de principios abstractos de justicia social, es necesario redistribuir mejor porque la desigualdad es un obstáculo para el desarrollo de los países y las sociedades.

Para eso, no basta con mirar quién paga, o cuán moderada o ambiciosa resulta en sus alcances una política redistributiva: hay que considerar también su incidencia en el conjunto del sistema económico, y discutir ventajas y desventajas de cada medida.

Así, Piketty evalúa la eficacia de los gastos sociales en salud y educación, las aportaciones patronales y las cargas sociales, los sistemas de jubilación, la fijación de un salario mínimo, el rol de los sindicatos, el abismo salarial entre los directivos y los trabajadores con baja calificación, el acceso al crédito y el impulso keynesiano de la demanda. Y avanza con ideas novedosas para entender cómo se gestan las inequidades y elegir las mejores herramientas de redistribución de la riqueza.

La Economía De Las Desigualdades

Capital e ideología

Ideología en lugar de ideas, esa es la cuestión sin duda. Porque es bien distinto aportar y sumar ideas a proyectar todas las ideas hacia un imaginario común, tendencioso, interesado. La ideología de hoy en día apesta porque hace tiempo que sucumbió a intereses bajo los chantajes más insospechados. Pero también es cierto que hay mucho de aquel refrán: «nada nuevo bajo el sol». Y es que las formas cambian pero no los fines. Y Piketty hace en este libro de niño descubriendo al Emperador desnudo para desconcierto de todos, absortos por el engaño.

Thomas Piketty ha podido acceder a fuentes fiscales e históricas que diferentes gobiernos se negaban a ofrecer hasta ahora. A partir del estudio de estos datos inéditos, el autor propone una historia económica, social, intelectual y política de la desigualdad, desde las sociedades estamentales y esclavistas hasta las sociedades poscoloniales e hiper capitalistas modernas, pasando por las sociedades colonialistas, comunistas y socialdemócratas.

Capital e ideología

¡Viva el socialismo!: Crónicas 2016-2020

Está el dicho aquel que anuncia que quien no fue comunista en la juventud no tiene corazón y quien sigue siendo comunista en la madurez no tiene cerebro… Luego también están grandes faros de la derecha más recalcitrante que apuntan a su salida de la ideología socialista de su juventud como del plan de rescate de una secta. Pero la evidencia es que la alternativa no nos está yendo nada bien. Básicamente, porque el capitalismo planteado actualmente propone que vivamos con recursos ilimitados en un crecimiento constante. Y ni hay recursos ilimitados ni se puede crecer sobre el abismo…

«Si me hubieran dicho en 1990 que en 2020 iba a publicar una colección de crónicas titulada ¡Viva el socialismo! habría pensado que se trataba de un mal chiste. Pertenezco a una generación que no tuvo tiempo de dejarse seducir por el comunismo y que se hizo adulta constatando el fracaso absoluto del sovietismo», cuenta Thomas Piketty en el prefacio inédito de esta colección de sus columnas mensuales publicadas en Le Monde desde septiembre de 2016 hasta julio de 2020.

En los años noventa fue más liberal que socialista, pero treinta años después cree que el hipercapitalismo ha ido demasiado lejos y que debemos pensar en la superación del capitalismo, en una nueva forma de socialismo, participativo y descentralizado, federal y democrático, ecológico y feminista.

Estas columnas, completadas con gráficos, tablas y textos adicionales del autor, y que conforman una síntesis del pensamiento de uno de los economistas más importantes de nuestro tiempo, reflexionan sobre cómo el verdadero cambio, el «socialismo participativo», sólo se producirá cuando los ciudadanos recuperen las herramientas que les permitan organizar su propia vida colectiva. Además, suponen un exhaustivo repaso a todas las grandes cuestiones de índole económica, política y social de los últimos tiempos, desde el funcionamiento de la UE, el Brexit, el incremento de la desigualdad, la pujanza de China y los nuevos ejes de poder mundial o la más reciente crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del coronavirus.

¡Viva el socialismo!: Crónicas 2016-2020
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