Hay vida más allá de los libros de autoayuda en lo que a psicologĂa se refiere. Y escritores como Steven Pinker, Daniel Goleman o hasta Freud son ejemplos bien notorios de narradores donde perderse un buen rato en ese ámbito de la psique. Porque la psicologĂa ahonda en lo que marca el paso de nuestra voluntad, en nuestras pasiones y nuestras decisiones más Ăntimas o dentro del marco social.
O sea que hay campo sobre el que sembrar literatura para acabar cosechando divulgaciĂłn, ensayo o lo que cada psicĂłlogo quiera cultivar. En el caso de Pinker su pasiĂłn es la mente hacia el aprendizaje, el desarrollo cognitivo como lugar comĂşn desde el acotado normal de nuestra condiciĂłn humana, de los sentidos, de la gama alcanzable para nuestra percepciĂłn.
Todo un universo hacia el interior de nuestro ser, donde las neuronas se mueven como estrellas en la cúpula de nuestro cosmos allá por el cerebro. Un viaje al que Pinker te pone el cinturón para acoplarnos a esa velocidad insólita en la que todo ocurre por nuestra materia gris. Porque a la postre Pinker hace su traslación sociológica donde todo fenómeno encuentra su primer foco en pulsiones neuronales que tratan de dar salida a lo aprendido y lo sentido…
Top 3 libros recomendados de Steven Pinker
En defensa de la IlustraciĂłn
La percepciĂłn sobre este libro ha cambiado bastante desde un 2020 que ha llegado con su siniestra sombra vĂrica acechando sobre cualquier proyecto de lo humano como civilizaciĂłn.
Pero no está de más recordar, replantearse todo bajo el prisma de este libro para cuando toque recuperar la vida como antes era. Porque quizás sea cosa de equilibrarlo todo hacia esa vida humana entendida como parte del mundo, no como usuarios final de un mundo vendido por el capitalismo que lo mueve todo…
Si creĂas que el mundo estaba llegando a su fin, esto te interesa: vivimos más años y la salud nos acompaña, somos más libres y, en definitiva, más felices; y aunque los problemas a los que nos enfrentamos son extraordinarios, las soluciones residen en el ideal de la IlustraciĂłn: el uso de la razĂłn y la ciencia.
La tabla rasa
El ensayo de naturaleza más psicolĂłgica de todos cuantos nos ofrece este autor. Uno de esos libros que plantean la ideologĂa de la que parece manar todo el planteamiento de un autor. Quizás no tan divulgativo para la generalidad como merecerĂa un pensamiento como el suyo pero siempre interesante para conocer una visiĂłn novedosa y fascinante en ese movimiento entre la psicologĂa individual y la moral social.
En La tabla rasa, Steven Pinker explora la idea de la naturaleza humana y sus aspectos Ă©ticos, emocionales y polĂticos. Demuestra que muchos intelectuales han negado su existencia al defender tres dogmas entrelazados: la «tabla rasa» (la mente no tiene caracterĂsticas innatas), el «buen salvaje» (la persona nace buena y la sociedad la corrompe) y el «fantasma en la máquina» (todos tenemos un alma que toma decisiones sin depender de la biologĂa).
Pinker aporta calma y serenidad a estos debates al mostrar que la igualdad, el progreso, la responsabilidad y el propĂłsito nada tienen que temer de los descubrimientos sobre la complejidad de la naturaleza humana.
Los ángeles que llevamos dentro
Un alegato encendido de lo conseguido. Una consideraciĂłn de nuestra civilizaciĂłn como evoluciĂłn a pesar de todo, aĂşn con sus notas de involuciĂłn el algunos aspectos. Muchos pasos adelantes para hacer de este planeta un espacio de institucionalizaciĂłn de conflictos, de rebeldĂa frente a una violencia innata del humano que nos llevĂł a guerras y que siempre amenaza con volver a las andadas.
En Los ángeles que llevamos dentro, Steven Pinker nos expone las investigaciones que ha llevado a cabo sobre la preponderancia de la violencia a lo largo de la historia.
Estas investigaciones le han llevado a concluir que, pese a las guerras actuales, vivimos en una época en la que la violencia ha disminuido enormemente respecto de tiempos pasados.
Disfrutamos la paz de la que gozamos ahora porque las generaciones pasadas vivieron atenazadas por la violencia y ello les obligĂł a esforzarse para ponerle lĂmites, y en el mundo contemporáneo somos nosotros quienes debemos trabajar para ponerle fin. No debemos dejarnos llevar por el optimismo pero, al menos, ahora sabemos que este es un objetivo que está a nuestro alcance.