Los 3 mejores libros de Ruth Rendell

1930 – 2015… Con la desaparición en 2015 de Ruth Rendell, la leyenda de los grandes escritores británicos de misterio policíaco palideció casi por completo. Durante todo el siglo XX las obras de los Connan Doyle, Agatha Christie, Dickson Carr y la propia Rendell corrían como la pólvora entre unos lectores que, para mayor satisfacción, no necesitaban esperar mucho para encontrar nuevos casos en los que el crimen se afrontaba desde la deducción, con ese punto de misteriosa bruma tomada como sinécdoque de las grandes urbes de las islas británicas.

Empirismo policíaco frente al mal. Deducción entre las pistas que la sangre siempre acaba dejando. Giros sorprendentes y situaciones de máxima tensión concluidas siempre desde el superior intelecto de personajes entregados a esclarecer los más extraños o soterrados casos del homicidio como herramienta para mil y un intereses o fines.

Sin duda los planteamientos en torno al caso de turno, a resolver en el caso de Rendell mayoritariamente por el inspector Wexford, acababa despertando una agilidad mental sin parangón en todos estos autores cuya ambientación natural ya ofrecía la mejor escenografía para tantas tramas de personajes expuestos a esa culpa que asomaba siempre como los motivos para el crimen.

La fórmula se repetía de inicio en muchos de los planteamientos de estos autores. El análisis psicológico, la presentación de las pruebas, la deducción final entre el laberinto que siempre conforma el intento del asesinato perfecto.

Sin duda Ruth Rendell consiguió adornarlo todo con un gusto por la profundización en el instinto del asesino, recreado desde filias y fobias, con el añadido de la alevosía asesina que acaba conduciéndonos a planificaciones exquisitas para encubrir todas esas aversiones que conectan por momentos con una novela negra más actual, con el suspense como complemento que termina por hacer de su obra una constante invitación a los misterios más hondos, los del alma humana.

Una autora que incluso sedujo a Almodóvar para llevar al cine Carne Trémula.

Top 3 novelas recomendadas de Ruth Rendell

El club de Hexam Place

En ocasiones hay que bucear en la obra de una autora como Ruth Rendell para descubrir grandes obras particulares más allá de las sagas más populares.

En esta novela se cumplen esos patrones de partida del caso de salón. Personajes encerrados sobre los que el peso de la duda oscila cual espada de Damocles, pendulando en busca de miserias y culpas. Todos los pertenecientes a la sociedad del pub Dogong son empleados de la alta sociedad londinense.

El grupo creado para exorcizar pesares sobre los simples destinos de aquellas almas entregadas al servicio se ve trastocado con la llegada de Dex, un jardinero conspiranoico desde cuyos desequilibrios se empiezan a despertar inquietudes y obsesiones de todos los demás. Dex se convierte en el detonante para todo tipo de confesiones mucho más allá de las quejas laborales.

Con su irrupción, Dex ayuda a liberar las más inquietantes confidencias. Y liberados todos del corsé existente hasta la llegada de Dex, empiezan a poner en común las sombras de su existencia y sus más oscuros anhelos.

Una historia inspirada en la interacción de unos perfiles propios de Poe, solo que construida hacia un fin inesperado en el que el cambio del status se anuncia como una revolución de consecuencias imprevisibles.

El club de Hexam Place

Trece escalones

La distancia que separa a la pacífica y melancólica abuelita Gwendolen del mal. Trece escalones desde su vivienda hasta la segunda planta que decide alquilar a Mix Cellini. Una decisión como esa puede ser entendida como una intención de aferrarse a la vida de nuevo.

El tiempo de Gwendolen pasa marcado por el sonido de los viejos relojes que parecen marcar siempre días remotos vividos e idealizados. Con Mix encuentra alguien con quien compartir, al menos, un espacio común, con quien sentirse algo menos sola.

Él solo ocupará ese lugar para descansar tras su trabajo. Pero, como podíamos adivinar, Mix empieza a mostrar sus más inquietantes rarezas conforme avanza la trama. Su fijación con el asesino John Christie, quien se llevara por delante a tantas víctimas hace años, ya advierte a Gwendolen que quizás cometió un gran error al dejarlo entrar en su casa.

Pero si tan solo fuera eso… Lo que descubrirá sobre Mix apuntará a una más que admiración por el crimen, porque cuando Mix acabe fijando su objetivo, solo Gwendolen podrá advertir a la más que evidente víctima.

Trece escalones

El agua está espléndida

La tragedia suele componerse como un círculo cerrado. No se trata de que la mala suerte se repita una y otra vez. La cuestión es más bien de configuración fatal del destino.

O eso se desprende al menos de la existencia compartida en su peor imagen, para Heather e Ismay, los hermanos cuyos recuerdos se cierran en el arcón de lo que no debiera haber sido. Demasiado jóvenes para enfrentarse a la muerte en su representación más impactante. Los años pasan y el círculo sigue ahí, esperando cerrarse.

Esa fatalidad es gran parte del argumento de esta historia, una fatalidad cuyo peso se siente en cada escena, como quien anticipa que el sonido de una sirena de ambulancia lo va a tocar de manera muy próxima.

Las vidas de los hermanos van trazando sus particulares caminos junto a sus respectivas parejas. Y sin embargo, pese a la lejanía, la sensación de alerta los mantiene siempre unidos. La vida es siempre un entorno amenazante para quienes han conocido su lado más salvaje.

Pero…, pese a todo, así como el círculo fatalista amenaza con cerrarse constantemente, desde fuera, la lectura de una de estas casuísticas también pueden desprender un humor sarcástico con el que tratar de sobrellevar la triste existencia anunciada a crónica negra inminente.

El agua está espléndida
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