Los 3 mejores libros de Pilar Quintana

Dentro de la literatura colombiana actual es interesante el caso de su cantera caleña, con dos grandes autoras como Ángela Becerra y la propia Pilar Quintana. Cali pasa a capitalizar pues una narrativa femenina de altos vuelos con dos cronistas empeñadas en novelar desde el realismo. Eso sí, un realismo bien dispar. Porque ya puede ser desde la honda cercanía, con su crudeza y sus emociones a flor de piel, hasta proyecciones más enfocadas a la observación, desde el extrañamiento incluso, para acabar descubriendo nuevos matices de lo que nos rodea.

En el caso de Pilar lo suyo es más la primera versión de ese realismo indicado, con aromas cercanos que no eluden incluso los efluvios más sensuales o hasta el deje metálico de la sangre. La habitual consideración de la novela como un ejercicio de transmutación, el vivir otras vidas de entre los otros, esos con los que nos cruzamos en el día a día para los que solo podemos esbozar lo que alguien como Pilar desarrolla con magistral sensación de inquietante verosimilitud.

El ejercicio en cuestión requiere de una suerte de transmutación solo al alcance de plumas dotadas particularmente para la empatía y la mimetización. Justo lo que Pilar consigue en sintonía con otra gran escritora colombiana como es Laura Restrepo. Aspectos y reivindicaciones siempre vigentes desde el feminismo hasta, más genéricamente, una necesaria humanización en no pocas ocasiones tan perdida…

Top 3 novelas recomendadas de Pilar Quintana

La perra

Chirli es la perra en cuestión. El mismo nombre que pudo tener una hija de haber llegado en alguna ocasión. La otra cuestión es si el fracaso en una maternidad anhelada puede enfocarse de igual manera en un animal de compañía. La respuesta para muchos es sí. Y ciñéndonos a las posibilidades del amor y el cariño puede ser cierto.

Pero las preguntas que lanzamos al futuro con un hijo (definición de la maternidad o la paternidad que leí por algún sitio) no son las mismas disquisiciones con un animal de compañía. Porque el animal nunca compondrá su amor con tantas aristas, tantos ángulos, tantos desencantos y reencuentros…

Damaris es una mujer negra habitante de un sosegado pueblo del Pacífico que también oculta su lado tormentoso. Ella Lleva muchos años viviendo con Rogelio en ese lugar. Su turbulenta relación ha estado marcada por la búsqueda infructuosa de la descendencia comentada. Y eso que prueban de todo, y aun así Damaris no consigue quedarse embarazada. Perdida toda esperanza, Damaris encuentra una nueva ilusión cuando se le presenta la oportunidad de adoptar una perra. Esta nueva e intensa relación con el animal será para Damaris la experiencia que la obligará a reflexionar sobre el instinto y la maternidad.

La perra

Caperucita se come al lobo

Siempre lo he dicho, todo novelista encuentra en la narrativa breve nuevos motivos para seguir contando historias, válvulas de escape o incluso ámbito de narración mucho más interesante que la novela. Pero las convenciones son las que son y las novelas siguen siendo las obras literarias más reclamadas. Quizás sea cosa de ocupar la mesilla de noche durante más tiempo con sus personajes encargados de entregarnos a los brazos de Morfeo…

Pero al final el relato o el cuento son dosis más intensas de la droga que es escribir. Porque el universo creado se extiende igualmente hacia adelante o hacia atrás una vez creados los protagonistas de una historia. Y aunque se acote su escena, la sensación de creación completa es mucho más intensa y concentrada en el tiempo.

En esta ocasión Pilar Quintana profundiza en la fugacidad más honda, en el existencialismo breve, casi de eslogan. Y sin embargo todo cobra especial potencia porque cada personaje pronto somos nosotros mismos entregados a pulsiones, pasiones, miedos, dolores del alma, penas, culpas y todas esas sensaciones y emociones que nos hacen ser como somos sin apenas ser conscientes.

Este libro nos ofrece la posibilidad de descubrir los motivos más hondos para una acción determinada siempre por las decisiones tomadas en sintonía con los deseos más hondos que pujan sobre tanta sensación de contrariedad existencial o la razón capaz de capear malamente a esos deseos en ebullición, transformándonos en reos del equilibrio imposible.

Caperucita se come al lobo

El coleccionista de polvos raros

Quizás sea Colombia el país que mejor ha podido marcar distancia con su pasado más oscuro en un tiempo reciente. En espera de que todo siga por los mismos derroteros, los fantasmas del ayer más próximo parecen a buen recaudo de una sociedad intervenida con éxito de una cirugía capaz de extirpar mafias como tumores anquilosados. Y en lo literario esto adquiere un caladero de historias que narrar para autores y autoras de aquel país.

A finales de los ochenta los narcos se paseaban libremente por las calles y la ciudad bullía con las grandezas del dinero fácil, los colores del neón y las mujeres con tetas de silicona. A finales de los noventa los narcos estaban presos y la ciudad en ruinas. Este es el escenario de la historia de la Flaca y el Mono.

Ella colecciona polvos porque no sabe decir que no. Él porque todavía no encuentra lo que ha buscado toda la vida. Ella viene de abajo y él de arriba y cuando se encuentran, se encuentran también las dos ciudades. Pero en medio de los dos está Aurelio, el hombre que la Flaca quiere y el amigo al que el Mono traicionó en el pasado.Coleccionistas de polvos raros es la historia de un amor fallido entre una trepadora social y dos niños bien y es, al mismo tiempo, un testimonio de la descomposición de una sociedad permeada por la cultura del narcotráfico

El coleccionista de polvos raros
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