3 mejores libros de Paolo Giordano

El caso de Paolo Giordano, junto con el del también deslumbrante Guillermo Martínez, sirven para ratificar que la ciencia también tiene cabida en la literatura. Ambos son autores llegados desde espacios aparentemente lejanos como la Física o las Matemáticas. Y en ambos casos sus libros se sumergen en muchas ocasiones desde fórmulas o conceptos para plantear tramas sugerentes desde su vertiente analítica y deductiva hacia mil y un aspectos insospechados de lo humano. Porque ambos autores cultivan géneros bien diferentes desde esa cuna creativa de universos lejanos.

Pero claro, esta vinculación tampoco es una fórmula estrictamente actual pese a los dos ejemplos de autores recientes. El ya fallecido Umberto Eco ya coqueteaba con lo matemático desde su posición más filosófica en ensayos o en la novela «El péndulo de Foucault». Y así, entendido todo como un planteamiento entre la lógica y lo racional, la mezcolanza cobra mayor sentido.

Pero regresando a Giordano, más allá de esa obra redonda entre lo matemático y lo novelesco que fue La soledad de los números primos, encontramos más historias que se apartan de esa línea convergente entre ámbitos tan polarizados para adentrarse en historias muy humanas insertadas en tramas de máxima tensión con innegables connotaciones filosóficas.

Top 3 libros recomendados de Paolo Giordano

La soledad de los números primos

Infértiles por definición. Improductivos para cualquie formulación. Los números primos observan a los demás entre la impotencia y la asunción de su destino entregado al olvido. A veces las personas son esos números primos que, pese a todo, podrían sumar pero cuya carga emocional los mantiene estancos, impasibles a nuevas opciones.

Y es entonces cuando la soledad de esa condena que convierte las almas de Alice y Mattia en esos guarismos incapaces de expresar más. Con el deje entre romántico y melancólico de la soledad como condición ineludible para las almas derrotadas, la belleza se abre paso, como tantas otras veces desde la tristeza, desde la melancólica sensación de que todo podría ser de otra forma. Tan sólo haría falta que Alice y Mattia fueran capaces de deshacer los nudos de su pasado. Porque los números primos no se hacen, nacen. Y la infancia es ese momento después de nacer en el que queda marcado, sin darte cuenta, qué puedes llegar a ser.

Como de la familia

El protagonista de esta novela nos habla de su matrimonio con Nora. La relación viene particularmente marcada, no obstante, por una presencia externa que lo cubre todo. Se trata de la señora A, encargada de los avatares domésticos más habituales. Pero cuando la señora A deja de acompañarlos por su repentino fallecimiento, todo cambiará radicalmente.

Desde la perspectiva de él, afrontamos una sensación de irrealidad, una visión de la vida familiar extraña para ambos. Las diferencias se potencian cada vez más y solo el hijo en común se divisa como el nexo. Pero no todo se puede poner en la única cesta de la paternidad en una relación. Y ambos lo saben o más bien lo intuyen, lo adivinan como el foco lejano de un tren que se aproxima con la parsimonia de los días vencidos, pero con la seguridad de su llegada antes o después.

Un retrado de familia repleto de perspectivas sobre la cotidianeidad, el desconchado del amor y la sensación dificilmente vencible del fracaso. Ante el desgaste inevitable de la relación, las miradas tan solo les devuelven esa soledad de quien está cada vez más convencido de que ya no pertenece al mismo lugar que la otra persona con la que está.

El cuerpo humano

Como todos podemos adivinar, después de una gran novela, el autor se asoma a ese abismo de las expectativas. Más aún para un escritor joven capaz de llegar a millones de lectores con una opera prima.

Y sin embargo en esta historia Paolo salió con la dignidad del escritor convencido de su vocación. Quizás precisamente por su juventud capaz de afrontar cualquier reto. Viajamos hasta el Afganistán mas conflictivo para acompañar a un grupo de militares jovenes destinados a una base en medio de continuos ataques. En medio de cada nuevo combate los chicos hacen lo que pueden por sobrevivir. Pero la novela se mueve más por los momentos dentro del cuartel, por las meditaciones de cada personaje, de su pasado, de los motivos que lo han llevado hasta allí.

La idea de la más que posible muerte en cualquiera de las refriegas confiere a cada interacción entre los protagonistas y a cualquiera de sus revelaciones al lector o incluso a alguno de sus compañeros de ese peso intenso, perfecto para que el autor dote de una intensidad y una emotividad máxima al transcurso de la acción.