Los 3 mejores libros de Nicole Krauss

Lo fácil es tener un padrino que te ayude a alcanzar gloria, éxito o un puesto de conserje en la Diputación. Lo difícil es encontrar a ese padrino cuando ningún vínculo te une a él. Y eso, en el ámbito de cualquier arte, solo surge desde el pleno convencimiento por la obra del nuevo aspirante.

Algo así ocurrió con Philip Roth al descubrir a la joven escritora Nicole Krauss. Claro está que para convencer a un genio de la literatura tienes que ser de su cuerda (entiéndase de su estilo narrativo) y es que Nicole comparte esa parte de desarraigo ancestral orientado en lo creativo hacia el desnudado del alma con la brillantez lírica de una alumna aventajada también en el ámbito de una poesía sobre la que se cultivó durante años.

Cabe destacar además, en esa especie de gusto existencial, su particular sintonía con muchos escritores hispanohablantes que a uno y otro lado del Atlántico también han profundizado en una suerte de existencialismo desde la metaficción, jugando entre las fronteras de la realidad y lo imaginado, sintetizando una especie de personajes muy vívidos para acabar haciendo crónica de aspectos muy diversos pero siempre en sintonía con la noción más humana de cualquier acontecer. Precisamente en eso, en la diversidad temática, encuentra Krauss uno de sus pilares para cautivar a lectores de todo tipo.

Se puede abundar en el amor, en la consciencia, en la historia como temas troncales desde los que surgen miles de disquisiciones sobre la vida en cada nueva historia. Siempre por medio de imágenes preñadas de emotividad entre un extrañamiento lúcido que lo replantea todo. Y en esas lides, se mueve con fascinante agilidad la buena de Nicole.

Top 3 novelas recomendadas de Nicole Krauss

En una selva oscura

En alguna ocasión le han preguntado a Nicole el porqué de su renuncia a la poesía que antaño tanto cultivo. Su respuesta fue que se enamoró de la novela, de ese descubrimiento de su capacidad narrativa. Sin duda esto es así. Porque en su última historia no descubrimos más que a la autora superándose a sí misma.

Jules y Nicole son los personajes que, paso a paso, de manera por momentos pretendida y en ocasiones improvisada, se han ido conduciendo hacia la oscuridad de esa selva que anuncia el título.

La trama se mueve en un rango de perfección (si es que la perfección puede disponer de rango alguno), que por momentos inquieta, irrita por lo que supone de descubrimiento del alma, de tu alma como lector.

Porque una cosa es que se te hable de las peripecias de Jules y de Nicole y otra muy diferente es que descubras como ambos habitan en tu ser, con tus mismas dudas y tus mismas ansias.

El decorado ya es lo de menos. El encuentro de los protagonistas en un hotel de Tel Aviv podría producirse en el salón de tu casa. Pero es que además, sazonando todo lo que de hermosa composición existencial ya tiene la novela, un enigmático destino se va abriendo para Nicole y colateralmente para Jules.

Todo encaja cuando descubrimos que la escapa de uno mismo solo puede acabar en la soledad del desierto o entre la húmeda y oscura selva más ignota y desconocida.

La historia del amor

Pretencioso título que, quizás sin buscarlo llega a alcanzar la sensación de convertirse en la más cierta disertación sobre esa posible Historia de lo esencial. Y como casi siempre todo parte desde lo más pequeño, de dentro hacia afuera, de la cerrazón al descubrimiento.

Una novela que hace de la literatura magia a través de Leo Gurky, el hombre que se levanta para asomarse a la ventana de sus últimos días gracias a un paquete que le llega inesperadamente, y por medio de Alma Singer, una adolescente ensombrecida por sus circunstancias.

A ambos los une un libro titulado «La historia del amor» una novela críptica, difícil de entender en su mezcla de aforismos surrealistas hechos diálogos.

El amor puede ser la gran historia o acaso la historia de ese libro acabe descubriendo el amor a los personajes. Tras el misterio de las coincidencias que ubica a ambos personajes en una misma escena, cual teatro de improvisación, se acaba trazando el sentido de todo, hasta de los conceptos más dificultosos que se narran en esa novela que casi nadie ha sabido leer.

La gran casa

No pocas veces acabas considerando la posibilidad de la vida en lo inerte. El aroma de una prenda que nos recuerda a alguien, la mesa que se empeña en destrozar nuestro dedo meñique del pie, la botella que se nos escurre para romperse en mil pedazos en el suelo… Vale que es un ejemplo burdo, valga la broma.

Pero no he encontrado mejor introducción para abordar esta historia sobre un escritorio. Sí, uno de esos muebles repletos de encanto con sus cajoncitos, sus estanterías, sus cubiertas y demás elementos.

El que protagoniza esta historia perteneció a Federico García Lorca, con lo cual ya tiene su enjundia. Pero lo más curioso de todo es como este mueble sigue acopiando vivencias entre los nudos de su madera noble. Y sí, «él» es el protagonista en su devenir de unas a otras vidas, de salones a almacenes, cautivando a unos propietarios y repudiado por otros.

Nada de lo que ocurre a su alrededor puede mutarlo. Y, sin embargo, las cosas ocurren precisamente con él presente. Un viaje desde Manhattan hasta Chile, pasando por Oxford, de lugares donde es mimado como una joya a almacenes en los que el olvido amenaza con algún ataque de termitas…

Puede parecer una narración deshilvanada, hasta que descubres que es el escritorio quien marca los tiempos en su existencia, precisamente sin consciencia ni tiempo.

Otros libros recomendados de Nicole Krauss

Ser un hombre

Quizás se trataba de eso. Lo de masculinidad puede ser mejor caracterizado, definido pero también caricaturizado desde una visión femenina que exponga el otro lado para finalmente dar con la síntesis de una definición de lo masculino que, como todo lo humano, siempre tiene varios focos.

Considerada una de las voces más distinguidas de la narrativa estadounidense, el prestigio de Nicole Krauss no ha hecho más que aumentar desde su salto a la palestra literaria con La historia del amor, una novela traducida a más de treinta y cinco idiomas y de la que se han vendido más de un millón y medio de ejemplares.

En esta ocasión, Krauss nos habla de masculinidades más o menos cuestionadas y cuestionables, de la dicotomía entre la promesa de ternura y la amenaza de la violencia que encierra la figura del hombre, y la fina línea que separa ambas facetas.

Bellos, tersos y un punto melancólico, estos relatos ofrecen una imagen depurada y sin fisuras sobre la brecha emocional que separa a hombres y mujeres.