Los 3 mejores libros de Nacho Abad

El género negro tiene en el crimen esencia y némesis, leitmotiv y punto central. El homicidio es, desde la noche de los tiempos, la representación de lo peor. Asesinar es además aplicar esa meditación, buscar ese modus operandi, vengar si es menester con alevosía y premeditación. ¿Cómo no iba a existir un género literario de tanta pujanza comercial a tenor de esos condicionantes?

Nacho Abad es uno de esos escritores con conocimiento de causa, lo mismo que Vicente Garrido en lo que al crimen se refiere. Lo cual siempre supone un añadido en cuanto a la realidad capaz de desbordar tan habitualmente toda ficción. Ellos se encargan luego de encauzar desde su saber y su experiencia para hacer las tramas más verosímiles que nuestra insospechada realidad.

Porque al final todo encaja, hasta lo ominoso. Al menos en la mente capaz de perpetrar el delito de delitos e incluso deleitarse con esa luz que se va apagando al dictado de sus manos o del filo de su cuchillo…

Top 3 novelas recomendadas de Nacho Abad

El candidato

Con una mezcla entre Daniel Silva y John Grisham, Nacho Abad nos ubica en el escenario de la ya afamaba post-verdad, donde la realidad se mueve a duras penas entre neo-lenguaje y fake news. En el inquietante escenario de la sobre-información y el poder que otorga su control para reconvertir nuestro mundo, el protagonista de esta novela nos conduce por una moderna trama dantesca.

Lázaro, uno de los empresarios más respetados de España, decide presentarse a las elecciones generales como candidato de un partido que apuesta por la ecología, la transparencia y una nueva manera de hacer política. Sorprendentemente, las encuestas le dan como ganador. Sin embargo, dos días antes de las elecciones, la prensa destapa una denuncia por una agresión sexual ocurrida diez años atrás.

Lázaro defiende su inocencia alegando que los grandes poderes que mueven los hilos en la sombra le quieren sacar a empujones de la carrera electoral. La batalla por su credibilidad ante la opinión pública no ha hecho más que empezar.

Nacho Abad ha novelado en El candidato una magnífica intriga en la que desvela cómo se manipulan las noticias y se maneja emocionalmente al electorado a través del marketing político. Una trama que deja sin aliento hasta llegar a un final sorprendente.

El candidato

Sé que estás viva

Segundas partes pueden ser buenas cuando se encuentra el hilo adecuado del que seguir tirando para desenredar una nueva trama. El problema es encontrarlo a la primera para que pueda ser conducido por nuevos presupuestos sin acabar enmarañándose. Sin duda Nacho Abad encontró el hilo a conciencia en esta segunda parte.

Si hay algo que pueda caracterizar a Abad, más allá de la intensidad de sus tramas, propias per se del género, es el perfilado tan meticuloso como cierto de los personajes, en ese escalado que enfrenta a un alma bondadosa con el peor de los espíritus poseídos por la maldad. Y este caso no es la excepción.

Lo que fue de Guadalupe sobrepasa a sentencias y cárcel. Todo lo ocurrido en esa «verdad equivocada» encuentra ahora su cauce necesario para cerrar un asunto con el reposo en su lectura de la verdaderas causas judiciales…

Sé que estás viva

La verdad está equivocada

Las apariencias son al crimen lo que el vinagre a las heridas. Todos sabemos guardar las apariencias, desde la mujer del César hasta el destripador de York. Pasar por ser algo distinto a lo que en esencia somos forma parte de las convenciones sociales o morales. Solo que no es lo mismo una simple filia de látigos y máscaras que la animadversión llevaba al extremo del crimen…

Guadalupe y Valentín lo tienen todo para ser felices: instalados en su lujosa finca, esperan el nacimiento de su primer bebé. Pero lo que parece un cuento de hadas está a punto de convertirse en una pesadilla. Cuando ella desaparece sin dejar rastro, todas las sospechas se dirigen hacia Valentín. Empezará entonces una frenética investigación en la que las oportunidades de localizar con vida a Guadalupe, diabética y embarazada de ocho meses, se reducen por minutos.

La presión de la opinión pública -él es hijo de un gran torero y ella, una escritora de fama- condicionará todo lo que ocurra a continuación. Mientras los medios presentan a Valentín como un asesino desde el primer momento, la policía luchará por encontrar (o incluso fabricar) pruebas que inculpen al presunto culpable.

La verdad está equivocada
Valorar post

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.