Los 3 mejores libros de Isaac Rosa

Una de las grandes virtudes de Isaac Rosa es su capacidad para novelarlo todo. Ya no es solo cosa de su capacidad para transitar entre géneros, siempre con la solvencia del escritor convencido y pertrechado de todas las buenas herramientas creativas del oficio (las importadas y las que vienen de serie).

A lo que voy es que en esa proyección mágica de nuestro mundo que puede llegar a transformar lo cotidiano en caldo de cultivo para una potencial historia interesante, Isaac Rosa se zambulló de cabeza al indicado caldo como Obélix hizo en la marmita de la indestructivilidad.

Y así siempre acabamos quedando boquiabiertos con las obras de Isaac Rosa, capaz como es de disfrazar el realismo más pegado a nuestra piel con los atavíos de su imaginación transformadora. Puede ser por medio de una simbología que entra y sale de nuestro mundo, que nos enseña lo que hay para reconvertirlo el instante siguiente en la clarividente deformidad de lo que a la postre nos queda.

Juegos narrativos hechos prestidigitación de un particular realismo. Si en autores como Jesús Carrasco (de una similar fidelidad narrativa con lo que esencialmente somos independientemente de divergencias argumentales) adivinamos una doble intención hacia el extrañamiento que lo desnuda todo, sin duda Isaac Rosa participa de esa intención. Algo quizás más propio de las inercias de los tiempos que vivimos que de cualquier pretensión de sello generacional.

Top 3 novelas recomendadas de Isaac Rosa

Feliz final

Era cuestión de darle la vuelta, de fijar la hipérbaton para poder hablar de amor con la comodidad de trazar nuevos caminos. Porque sí, todo amor se ve mejor desde el final hacia el principio, desde el adiós hasta el encuentro que parece implosionarlo todo como un big bang interior que reconcilia esperas, tiempos perdidos y desencantos existenciales de todo tipo.

Esta novela reconstruye un gran amor empezando por su final, la historia de una pareja que, como tantas, se enamoró, vivió una ilusión, tuvo hijos y peleó contra todo ― contra ellos mismos y contra los elementos: la incertidumbre, la precariedad, los celos―, luchó para no rendirse, y cayó varias veces. Cuando el amor se acaba, surgen las preguntas: ¿dónde se torció todo?, ¿cómo hemos acabado así? Todo amor es un relato en disputa, y los protagonistas de éste cruzan sus voces, confrontan sus recuerdos, discrepan en las causas, intentan acercarse. Feliz final es una autopsia implacable de sus deseos, expectativas y errores, donde afloran rencores sedimentados, mentiras y desencuentros, pero también muchos momentos felices.

Isaac Rosa aborda en esta novela un tema universal, el amor, desde los muchos condicionantes que hoy lo dificultan: la precariedad y la incertidumbre, la insatisfacción vital, las interferencias del deseo, el imaginario del amor en la ficción…Porque es posible que el amor, tal y como nos lo contaron, sea un lujo que no siempre podemos permitirnos.

Feliz final

La habitación oscura

Una de las novelas en las que mejor descubrimos esas capacidad del autor para pasar la realidad por un filtro inesperado entre lo fantástico y lo existencial, siempre con los pies aferrados del realismo de lo que nos queda (como me empeño tantas veces en nombrar…)

Un grupo de jóvenes decide construir una «habitación oscura»: un lugar cerrado donde nunca entra la luz. Al principio la utilizan para experimentar nuevas formas de relacionarse, para practicar sexo anónimo sin consecuencias, por una mezcla de juego y transgresión. A medida que van enfrentándose a la madurez con sus decisiones, desengaños y reveses, la oscuridad se convierte para ellos en una forma de alivio.

Con el paso del tiempo, la incertidumbre social y la vulnerabilidad personal se instalan en sus vidas y la habitación oscura aparece entonces como un refugio. La realidad se va filtrando cada vez más al interior, mientras algunos piensan que no son tiempos de esconderse sino de contraatacar, aunque con sus decisiones pongan en riesgo al resto del grupo.

La habitación oscura es una exploración de las posibilidades literarias de la oscuridad pero también, una mirada generacional: un retrato de quienes crecieron confiados en la promesa de un futuro mejor que ahora ven alejarse. A través de las vidas de quienes a lo largo de quince años entran y salen de ella, vemos el duro despertar a la realidad de una generación que se siente estafada.

La habitación oscura

W

Lo reconozco, los argumentos fantasiosos que entroncan con nuestra realidad más cotidiana me tienen siempre ganado de partida. Será por aquello de que conectan con nuestro lado más imaginativo, la parte del cerebro que nos conduce en el momento menos pensado al lugar más remoto de la Tierra, a la cuarta dimensión o a la alcoba de nuestro deseo más inconfesable.

Lo de encontrarte con tu doble apuntaba a ciencia ficción, a distopía, a fantasía científica o hasta a alguna duplicidad, un pliegue espacio-temporal. La cuestión es que Isaac Rosa lo toma aquí como un punto de inflexión para dar ese giro a la vida siempre deseado en alguna medida…Ahí estaba Valeria, en la parada del autobús, un lunes de septiembre, pensando en sus cosas. Pendiente también de su teléfono, esperando que Laura le contestase a su último mensaje, sospechando que sus excompañeras hubiesen montado otro grupo de chat sin ella.

Entonces levantó los ojos. Y la encontró. En la parada de enfrente. La otra. Su doble, idéntica a ella. ¿Qué harías tú si te tropezases con alguien igual que tú? ¿Que no hay nadie como tú? Claro que sí. No te pienses que eres tan especial. No eres irrepetible, ni un ejemplar único. Si no has encontrado nunca a nadie igual, sigue buscando. A Valeria le cambió la vida.

W, Isaac Rosa
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