G.K. Chesterton fue sin duda un escritor espiritual en su más amplio sentido y con muy ricos matices. Desde sus origenes literarios como redactor de artÃculos que abordaban temáticas esotéricas hasta su conversión final al catolicismo pasamos por un Chesterton de distintas fases en esa parcela espiritual.
Y ¿sabes qué? Me parece perfecto. Uno no es lo que es para siempre. La magia de vivir reside bastante en cambiar, asà que si a Chesterton se le acabó apodando el prÃncipe de las paradojas por su propia variación espiritual que incluso le sirvió como herramienta para presentar paradojas literarias con las que siempre se podÃa extraer alguna enseñanza…, pues olé por él.
La cuestión es que la literatura como campo casi se le quedó pequeña. Escribir en torno a 70 novelas no es un asunto trivial, no al menos fuera de géneros más propensos a la narración más lineal como es el romántico.
Asà que atreverse a determinar los tres mejores libros de Chesterton demuestra una cierta pretenciosidad y atrevimiento. Pero como uno es dueño y señor de este blog, me voy a lanzar a ello pese a no haber tenido el gusto de leer todo lo que Chesterton escribió puesto que multitud de libros de poesÃa, ensayos de toda Ãndole, libros de viaje, biografÃas de personalidades y novelas lo contemplan…
3 mejores novelas de Chesterton
El hombre que fue jueves
Tras este singular tÃtulo encontramos una novela policÃaca que, haciendo gala de ese don para la paradoja del escritor ambivalente, también resulta ser una declaración de su pensamiento fuertemente influenciado por el anglo-catolicismo en el momento de publicación 1908.
La cuestión es cómo consiguió esta novela dual, entre el entretenimiento y el ensayo. La virtud de Chesterton reside en muchas ocasiones en esa capacidad para pertrecharse de un argumento policÃaco sólido con su tensión y sus giros imprevisibles a la vez que ahondaba en la crÃtica de pensamientos sobre los que consideraba que pesaba una carga de fatalismo con el que para nada comulgaba.
Una novela pues de varias lecturas que siempre desconcertó pero que fue muy valorada, y aún sigue siéndolo, por la crÃtica y los lectores.
El candor del padre Brown
El padre Brown como un investigador de crÃmenes fuera de toda caracterización tÃpica. ¿Qué pretendÃa Chesterton convirtiendo a un cura en uno de sus personajes emblemáticos de novela policÃaca?
Cuando publicó este libro compuesto por relatos, Chesterton todavÃa no era católico pero ya empezaba a tener contacto con católicos. Influencias de su religión anterior y de la que lo esperaba con anhelo debió derivar en esta nueva concepción de héroe a través del que deshacer todo tipo de entuertos criminales.
El libro suele integrar, según ediciones: El hombre invisible, el jardÃn secreto, el martillo de Dios, el ojo de Apolo, la cruz azul, la forma equÃvoca, la honradez de Israel Grow, la muestra de la espada rota, las estrellas errantes, las pisadas misteriosas, los pecados del prÃncipe Saradine y los tres instrumentos de la muerte.
El regreso de Don Quijote
Chesterton también tuvo unas palabras para nuestro personaje patrio más ilustre. Y ciertamente fueron hermosas palabras y un brillante homenaje. Conocemos en esta última novela del autor a su personaje Michael Herne, un bibliotecario excéntrico, sumamente cultivado y desencantado con el acontecer de la sociedad de su tiempo.
En una ocasión pasa a interpretar el papel de Rey en una obra de teatro. Y entonces ve la luz, con su flamante traje de rey decide salir a la calle para recuperar el imperio de la cordura frente a los privilegiados que gobiernan al capricho de sus antojos.
Un nuevo Quijote ha surgido entonces, transmutado en un nuevo Ricardo corazón de León que descubre cuánto tiene que hacer para despojar de tonterÃa a aristócratas, burócratas y en definitiva a todos aquellos cuyo sufijo es -crata.