A nivel internacional Valerio Massimo Manfredi y Adrian Goldsworthy componen un improvisado tandem en una ficción histórica en torno a los esplendores y las sombras del mundo antiguo a todos los niveles, desde lo politico hasta lo sociológico. La cuestión es encontrar la intrahistoria más acertada para hacer de la divulgación un mayor gusto lector con el ficcionado de turno, siempre ajustado al máximo a la realidad de aquel tiempo remoto.
Siendo más joven Goldsworthy se podría considerar algo así como el alumno aventajado que acaba por alcanzar el nivel del referente. Porque este autor británico también abunda en el relato humano de grandes personajes, desarrollando desde ellos ese apasionante vistazo a los inicios de nuestra civilización.
Historias que ya por su propia crónica conocida apasionan pero que en manos de Goldsworthy cobran nuevas dimensiones extendidas hasta el más mínimo detalle. Porque ya se sabe que en las crónicas oficiales los detalles no se cuentan y en ocasiones las pequeñas cosas son las que empiezan a mover las grandes, como una palanca que acaba moviendo el mundo. Con especial querencia por los aspectos bélicos como elementos sustancias del Imperio Romano, Goldsworthy nos mantiene siempre en vilo en torno a las mil y una batallas y sus conquistas correlativas.
Top 3 novelas recomendadas de Adrian Goldsworthy
La ciudad
Nicópolis, la ciudad griega fundada por Augusto en el 31 a. C. Un lugar expuesto a cruentas batallas en su condición de frontera oriental del Imperio Romano…
114 d. C. En las áridas llanuras más allá de la frontera oriental del Imperio, una legión romana asedia la ciudad de Nicópolis.
Separado de su amada Enica para mantenerla a salvo, el centurión Flavio Ferox sigue trabajando para el primo del emperador, el calculador y despiadado Adriano.
Su próxima misión: destapar una trama de corrupción en el ejército cuyos cabecillas parecen ser altos mandos. Ferox no tiene más remedio que matar a un tribuno, pero sabe que los verdaderos traidores andan sueltos. A medida que el asedio se endurece, la trama se extiende, y los soldados empiezan a ser asesinados a sangre fría. Mientras tanto, la investigación de Ferox lo acerca cada vez más a la corte imperial, y tendrá que averiguar en quién se puede confiar y qué es lo que realmente quiere el intrigante Adriano.
El fuerte
El exhaustivo conocimiento de la Roma imperial deriva en multitud de posibles tramas para un estudioso como Goldsworthy. Más allá de las batallas y conquistas más importantes, siempre queda relatar pequeñas pugnas en el frenesí por extender las fronteras de Roma…
105 d. C. Dacia. Roma y el reino de Dacia están en paz, pero nadie cree que esto pueda durar. Enviado a hacerse con el mando de un fuerte aislado más allá del Danubio, el centurión Flavio Ferox presiente que la guerra se acerca, pero además sabe que entre los suyos puede haber algún traidor.
Muchos de los brigantes que tiene al mando son antiguos rebeldes y criminales que tan pronto pueden matarle como obedecer una orden. Y luego está Adriano, el primo del emperador, un hombre con planes propios… Enérgica, cautivadora y profundamente auténtica. El fuerte es el primer título de una nueva trilogía del conocido historiador Adrian Goldsworthy.
Hibernia: En los confines del Imperio romano
Una trama de tensión inusitada, como compuesta con una base de thriller ajustándose a escenarios remotos. Una gran historia con aroma a traiciones, sangre y justicia sumaria entre legiones y centurias.
Año 100 d. C. Desde su base en Vindolanda, en la frontera norte de Britania, Flavio Ferox, centurión britano, presiente que el enemigo acecha por todos los frentes: caudillos ambiciosos que aguardan una oportunidad para labrar imperios propios; soldados que hablan, en susurros, de guerra y de la destrucción de Roma; nuevas amenazas sobre los hombres que vienen del mar, los hombres de la noche, hombres que odian la tierra y que solo desembarcan para devorar carne humana… Por ahora no son más que rumores. Pero Ferox sabe que los rumores nacen de las certezas. Y sabe que nadie en esta isla puede considerarse a salvo del inmenso mar exterior…
